Más de 30 años tocando las campanas de la iglesia de San Pedro Apóstol de Yunquera
Jerónimo Taracena Guijosa, natural de Yunquera, es uno de los dos campaneros más veteranos de Yunquera de Henares. Lleva, junto a Julián Guijosa, más de tres décadas tocando las campanas de la iglesia de San Pedro Apóstol y, sin embargo, precisa, “nos consideramos un miembro más, porque no debemos a nadie el título de nada”.
Habla de una tradición “popular y altruista; a nadie se le caen los anillos por colaborar”, incide.
Cuando decidieron relevar a los antiguos campaneros recuerdan que “solo había dos campanas y una de ellas muy deteriorada”. Ahora hay cuatro flamantes piezas, cada una ubicada en su correspondiente ojo, convenientemente restaurado, reparando las existentes, que se encontraban “en muy mal estado”. En realidad, de lo que se han preocupado, es de que “el campanario no quedara muerto”.
Ahora luce mejor que nunca, “se puede subir de forma cómoda, se ha puesto un sistema para que no entren palomas y lo deterioren y arreglado los yugos”, entre otras tareas, presume Julián. Pero esta infraestructura requiere un mantenimiento anual: Apretar tornillos, engrasar bujes, hinchar madera, etc. “Sin embargo luego se requiere un mantenimiento más específico que es caro”, aporta Jerónimo. Por ese motivo están analizando la posibilidad de convertirse en asociación, “con el objeto de lograr subvenciones, al ser declarado los toques de campana Patrimonio Cultural Inmaterial”. De esta forma el mantenimiento sería recurrente “y garantizaríamos el buen estado de las campanas”.
La torre está abierta a todo el que quiera tocar las campanas, “por lo que no podemos hablar de grupo de campaneros, porque cada año sube gente nueva; otros, que ya han estado, ser cansan y se van…”. Pero ellos se encuentran entre los que más tiempo lleva. Son, “entre 10 y 20 personas”, según el día. Se ponen en fila y se relevan para que no dejen de sonar.
En el campanario de la iglesia de San Pedro Apóstol, cuando llegan los días grandes, “se juntan una serie de personas que, de manera recurrente, el día 8 y el 15 de septiembre, recuperan la tradición para volear las campanas a mano”, asevera Julián.
Hace poco más de un mes que toda la Campiña pudo escuchar las campanas yunqueranas. Ahora están contando los días para que regresen los añorados días grandes.