La huella del románico en Sigüenza y su entorno
Sigüenza es la segunda localidad más importante a nivel turístico de toda Castilla-La Mancha, estando conectada con Madrid y Guadalajara capital en su acceso de la Nacional II y su desvío por la CM-1101.
Sigüenza no es la segunda ciudad más visitada de Castilla-La Mancha por casualidad. El paso del tiempo ha ido dejando en sus calles y edificios la impronta del arte de cada época. De esta manera, tras la Reconquista, fue el románico el que ‘regaló’ a la Ciudad del Doncel algunos de sus espacios más emblemáticos.
Y es que a menos de 50 minutos en coche desde Guadalajara espera su magnífica catedral de Santa María, cuyo proyecto original data del siglo XII. Las sucesivas reconstrucciones y su giro hacia el gótico dejaron atrás algunos de los elementos románicos, pero todavía se pueden admirar sus canecillos y metopas de las cornisas, así como sus portadas, sobre todo la del Evangelio y sus arquivoltas.
El gran templo seguntino inspiró a los constructores de las iglesias de Santiago y San Vicente, ambas del siglo XIII, cuyas portadas están claramente inspiradas en él. La de Santiago, una vez finalizada su remodelación, se convertirá en un Centro de Interpretación del Románico en la provincia de Guadalajara.
Eso en la capital de la comarca. A su alrededor, en las localidades cercanas, se encuentra lo que para muchos es la zona más poblada de restos románicos de la provincia. Como en Carabias, a sólo 10 kilómetros, donde se encuentra la extraordinaria iglesia de San Salvador. Su galería porticada es difícil de comparar en todo el románico castellano.
Lo mismo ocurre con Saúca y su templo de Nuestra Señora de la Asunción. Su galería porticada, su portada y la pila bautismal son una verdadera delicia visual para el visitante.
En Abánades se puede encontrar la galería restaurada de la iglesia de San Pedro, mientras que la iglesia de San Juan Bautista de Jodra del Pinar conserva elementos clásicos románicos como la galería, la portada, el ábside semicircular o la pila bautismal troncocónica.
Y así, a lo largo de una larga lista en la que se encuentras localidades como Pozancos, Yela, Tortonda, Cubillas del Pinar, Laranueva y un largo etcétera que enriquecen uno de los grandes activos turísticos de la Sierra Norte.
Auténtica experiencia gastronómica
El día –o los días– que el visitante elija para visitar Sigüenza y sus alrededores tiene que estar preparado para degustar algunos de los manjares propios de la cocina castellana. Primero, el parque de la Alameda espera para degustar unas tapas o pinchos (medievales o actuales) que bien podrán estar regados por un conocido fino seguntino. Una vez se haya abierto boca, el cordero o el cabrito asado en horno de leña son los reyes de la mesa. No se puede abandonar la localidad sin probarlos.