La infertilidad masculina obliga a acudir a la ciencia
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
La infertilidad masculina crece en España y también el número de parejas que acuden a clínicas de reproducción asistida en busca de remedio a este problema. Más de un tercio (36 por ciento) de los procedimientos de fecundación artificial obedecen a causas masculinas, de baja calidad seminal. El dato es revelador y más al apreciar que el porcentaje subió cinco puntos entre los años 2003 y 2004, el último del que la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) tiene cifras.
No es un problema exclusivo de los varones españoles, está en la misma línea de pérdida de calidad del semen de numerosos países, y de casi toda Europa, aseguró Javier Marqueta, coordinador del Registro anual de la SEF, presentado este miércoles. El estilo de vida, estrés tabaco, alcohol, obesidad, sedentarismo, alimentación, presencia de tóxicos en el entorno son factores potenciales de esterilidad.
El hecho es que por primera vez la infertilidad masculina está entre los diagnósticos más frecuentes de los especialistas en reproducción asistida, y los datos entierran los viejos prejuicios sobre la mujer como causante principal de estas anomalías.
El registro de la SEF es el único de estas características existente en España, oficioso pero representativo del 65 por ciento de un sector con fuerte presencia privada (el 80 por ciento de las clínicas). Sus estadísticas dan cuenta de una demanda creciente de tratamientos de fertilidad, en parte porque aumentan los problemas de esterilidad y, también, porque la mejora en las técnicas médicas y de laboratorio han disparado el porcentaje de éxito y eso siempre anima, recalcó Marqueta.
En 2004 se realizaron en España algo más de 100.000 ciclos de reproducción asistida ciclo es cada uno de los intentos. El 1,6% de los niños nacidos vivos ese año, tres de cada 200, llegaron gracias a estas técnicas. Estas tasa se asemeja a las de países como Francia, Alemania o Reino Unido. El récord es para los daneses, con un 4%, porque el gobierno sufraga gran parte del coste del tratamiento.
No ocurre así en España, donde la mayoría de las intervenciones se hacen en centros privados, a precios que oscilan entre los 600 euros por ciclo de inseminación artificial, la técnica más simple, hasta los 6.000 de un tratamiento complejo como el diagnóstico genético preimplantacional. De ahí que las listas de espera en los centros públicos llegue a los dos años a partir de la primera visita. La SEF pidió a las autoridades sanitarias ayudas y presupuesto para aumentar la oferta y la cobertura económica de estos procedimientos.
El registro de 2004 incluye un buena noticia; el descenso notable de los partos gemelares y múltiples, uno de los principales problemas de los tratamientos de reproducción asistida en España. En 2004 el 70 por ciento de los partos fueron de un solo embrión, y desde 1999 los partos de tres fetos cayeron un 62 por ciento. Ahora suponen el 1,8 por ciento del total de los partos por fecundación in vitro, aún algo superior a la media europea, 1,1 .
El hecho es que por primera vez la infertilidad masculina está entre los diagnósticos más frecuentes de los especialistas en reproducción asistida, y los datos entierran los viejos prejuicios sobre la mujer como causante principal de estas anomalías.
El registro de la SEF es el único de estas características existente en España, oficioso pero representativo del 65 por ciento de un sector con fuerte presencia privada (el 80 por ciento de las clínicas). Sus estadísticas dan cuenta de una demanda creciente de tratamientos de fertilidad, en parte porque aumentan los problemas de esterilidad y, también, porque la mejora en las técnicas médicas y de laboratorio han disparado el porcentaje de éxito y eso siempre anima, recalcó Marqueta.
En 2004 se realizaron en España algo más de 100.000 ciclos de reproducción asistida ciclo es cada uno de los intentos. El 1,6% de los niños nacidos vivos ese año, tres de cada 200, llegaron gracias a estas técnicas. Estas tasa se asemeja a las de países como Francia, Alemania o Reino Unido. El récord es para los daneses, con un 4%, porque el gobierno sufraga gran parte del coste del tratamiento.
No ocurre así en España, donde la mayoría de las intervenciones se hacen en centros privados, a precios que oscilan entre los 600 euros por ciclo de inseminación artificial, la técnica más simple, hasta los 6.000 de un tratamiento complejo como el diagnóstico genético preimplantacional. De ahí que las listas de espera en los centros públicos llegue a los dos años a partir de la primera visita. La SEF pidió a las autoridades sanitarias ayudas y presupuesto para aumentar la oferta y la cobertura económica de estos procedimientos.
El registro de 2004 incluye un buena noticia; el descenso notable de los partos gemelares y múltiples, uno de los principales problemas de los tratamientos de reproducción asistida en España. En 2004 el 70 por ciento de los partos fueron de un solo embrión, y desde 1999 los partos de tres fetos cayeron un 62 por ciento. Ahora suponen el 1,8 por ciento del total de los partos por fecundación in vitro, aún algo superior a la media europea, 1,1 .