La muerte de un gurú, opio para el pueblo

 

  

      Ha muerto Steve Jobs, el gurú de la informática. El que trajo los ordenadores a nuestras casas. El que nos dio la oportunidad de tener Internet en el móvil y otras muchísimas aplicaciones para la vida diaria. Un hombre hecho a sí mismo que ha superado todas las adversidades que se ha encontrado a lo largo de su vida personal y profesional menos, desafortunadamente, el cáncer. Sin embargo, no entiendo el porqué de todo este revuelo en los medios de comunicación. Me pregunto a veces si es una especie de “opio para el pueblo” para distraernos de nuestros problemas cotidianos derivados de esta terrible crisis económica. Me pregunto que, ahora mismo, siendo sinceros, para qué demonios sirve el tener a nuestro alcance la última tecnología en IPhone o tablets si el objetivo de miles de familias españolas en estos momentos es garantizar que la comida llega a casa todos los días, o mantener los puestos de trabajo a duras penas. No es de recibo que la actualidad se centre sobre estos asuntos o sobre dónde caerá el dichoso satélite. En cualquier caso, nos mantienen entretenidos, como antiguamente se hacía con el circo romano, o ahora, sin ir más lejos, con el también dichoso fútbol y sus polémicas opiáceas que nos distraen.