La Navidad llega al umbral del Ocejón

09/12/2016 - 14:26 Redacción

Anoche se celebró en la villa agallonera el IV Certamen de Villancicos, en el que participaron grupos y rondas provenientes de Atanzón, Hita, Humanes, Cantalojas y Atienza.

El mismo día que comenzaban a salir los agalloneros de ronda, hace ya algunos años, el día de la Purísima, el 8 de diciembre, se celebraba ayer el IV Certamen de Villancicos de Tamajón. El alcalde del municipio, Eugenio Esteban, se encargó de pregonarlo, dándole además la bienvenida a todas las rondas y grupos de villancicos que iban a cantar, provenientes de Hita, Humanes, Cantalojas, Atienza y Atanzón, respectivamente. Entre público y cantantes, el número de asistentes se elevaba hasta las quinientas personas.

A partir de las cinco de la tarde, el Centro Cultural agallonero se empezaba a llenar de vida, y precisamente de eso, de cultura popular. Bandurrias, guitarras, panderos y panderetas, zambombas, huesos, botellas de anís… Cada uno de los grupos se apropiaba de una sala del centro, para cambiar sus vestidos por los atavíos, todos peculiares y con reminiscencias de su tierra, y para ensayar sus villancicos. Alegría en los reencuentros, y armonía, personal y musical, poco antes de comenzar a sonar la música.

En el pregón, Esteban afirmó que “lo intangible lo más importante de los pueblos” porque de ahí dimanan las costumbres, el folklore, los oficios, y los conceptos que componen el medio rural. “La industrialización de los años 50 y 60 del siglo pasado, comenzó por arrastrar una población, con unos medios muy precarios para su bienestar, en busca de otros trabajos que hicieran más fácil la supervivencia, pues entonces era de sobrevivir de lo que se trataba”. El regidor reflexionó a continuación, públicamente, sobre si hubiera sido mejor distribuir aquellas industrias en más territorios. “No se pensó en el impacto ambiental tan negativo que iba a suponer el abandono del campo y la desertización demográfica del medio”. Esteban subrayó los esfuerzos que hacen las distintas administraciones para evitar la despoblación, aunque el resultado no sea el deseado. “Yo diría que, por muchos esfuerzos que hagamos, si éstos son desatinados, servirán para poco. Por eso es muy importante conservar también en nuestro medio aquel folklore y aquella cultura que nació de lo inmaterial, de las mentes de nuestros antepasados, y se convirtió en instrumentos y coplas para cantar su vida diaria”. En este sentido, Esteban destacó que los grupos que ayer cantaron en Tamajón, de Cantalojas, Atienza, Atanzón, Hita y Humanes han sabido mantener esta bella y familiar costumbre y con ello están contribuyendo para que las raíces de nuestros pueblos sigan vivas. “Que lo intangible permanezca, que ya pasará algún tren cargado de recursos y buena puntería para que los habitantes de éste medio vivan con las mismas condiciones que disponen los de la ciudad. Sanidad y Bienestar Social, Educación, Comunicaciones y Transportes, entre otras. No podemos perder la esperanza, ni pensar que va a ser fácil. Los milagros no existen, a excepción del que estamos celebrando ahora: la navidad”, concluyó.