La nueva España

23/06/2014 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

Con el título de esta columna no nos referimos a la cabecera con la que nuestro periódico publicó sus primeras ediciones hace ya casi 75 años, hablamos del país que ayer empezó una nueva etapa con la coronación de un rey borbón, Felipe VI, tras la abdicación de Juan Carlos I, que durante casi 39 años dio al pueblo un largo periodo de paz y un estado de libertades superando una difícil transición, logrando que imperase la convivencia sobre las desavenencias. El papel reconciliador en el interior y de representación en el exterior como embajador de nuestros intereses e imagen deja un reinado altamente positivo. El jueves, 19 de junio, comenzó otra etapa de la vida de los españoles que estrenamos rey, una figura que sin poder efectivo es capaz de lograr una cierta integración. Felipe VI tiene ante sí una España muy herida por las consecuencias en la ciudadanía de una crisis larga, en la que el paro, la necesidad, las reivindicaciones independentistas de una parte del territorio y la desafección de muchos con las instituciones han creado un clima de crispación a pesar de una mejoría en los fríos datos de la llamada macroeconomía.
Son tiempos de mucho malestar, que se ha visto incrementado por los casos de corrupción que han afectado a derecha, izquierda y hasta sindicatos. Hay voces, aunque menos de las que parecen, contra la monarquía parlamentaria como modelo de Estado. Todo se cuestiona y ello ha llevado a un cierto auge de algunos extremismos que pueden llegar a ser peligrosos. España necesita un PP y un PSOE fuertes y un rey que vertebre. En la parte positiva se encuentra don Felipe con un pueblo generoso, solidario, amable con la inmigración como en pocos lugares de Europa, de carácter alegre y divertido, de buena gente, que necesita nuevas ilusiones, esperanza, realidades, referentes. Es la nueva España que hereda el rey Felipe, con una parte de su juventud a la que parece que se debe recordar lo que consiguieron sus mayores en el 75, la importancia que tuvo allí un rey, que hay una Constitución que les permite vivir con estabilidad y que cualquier modificación debe hacerse con consenso y cabeza. Deseamos al nuevo rey mucha suerte y éxito pues del suyo depende el de todos.