La reapertura del Teatro Moderno

29/12/2013 - 23:00 Redacción

El final de año ha traído en el ámbito cultural la buena noticia de la futura- y próxima esperemos- reapertura de un espacio emblemático de las artes escénicas en nuestra capital. El Teatro Moderno permanece cerrado desde mediados del año 2012, lo que ha significado un curso cultural entero sin actividad y lo que va del actual. Es, en primer lugar, de justicia, reconocer la labor de la Asociación de Amigos del Moderno que ha impulsado un sinfín de iniciativas para lograr la vuelta a la vida del céntrico teatro. Programación alternativa a sus puertas o en otros lugares en plena calle, por ser el único lugar donde podían expresar su manifestación artística, ha llevado a centenares de personas a solidarizarse con esta causa. Igualmente es de resaltar y agradecer que las tres administraciones con competencias culturales, Junta, Diputación y Ayuntamiento capitalino, hayan llegado a acuerdo para satisfacer las necesidades de la ciudadanía en este punto. El Gobierno regional invertirá 100.000 euros en acondicionar el inmueble para su uso en las mejores condiciones y la gestión corresponderá a la concejalía de Cultura, que programará en coordinación con el resto de la oferta cultural de la ciudad y sin solaparse con la Diputación, que, aunque no firme convenio alguno, está dispuesta a cumplir con lo que lleva propugnando mucho tiempo, claridad en las competencias de cada administración. El sentido común se impone y ya no es momento de preguntarse el por qué del cierre y entrar así a valorar la gestión de los anteriores responsables políticos. Ahora hay que celebrar y desear que el Ateneo Municipal no sufra el mismo camino que el Cine Imperio e igualmente, por ser tiempo de ilusiones, pedir que el diálogo se imponga en el conflicto de papeleos que enfrenta al Gobierno regional con la Fundación Siglo Futuro, un colectivo cultural que aporta una programación de alto nivel para la ciudad, baste para tenerlo claro con repasar la memoria de actividades de sus más de veinte años de vida. Hablando se entiende la gente como hemos visto con el Teatro Moderno.