La reforma de los autobuses a debate
01/10/2010 - 09:45
Por:
Editorial
Pocos días de respiro se han dado en el Ayuntamiento de Guadalajara para volver a la normalidad política, alterada por el periodo estival y las Ferias. Si la semana pasada era el momento de balances dispares, ahora, ya se inicia un curso político en el que no faltarán los encontronazos dialécticos y la oposición más dura.
Como aperitivo de lo que nos espera en los próximos meses el Grupo Municipal Socialista presentaba ayer un estudio hecho a conciencia sobre la nueva distribución de los autobuses urbanos, cuando no hace ni un mes que el PP pusiera en marcha una reforma del servicio. Los autobuses llegaban de este modo a más sitios y a los que tienen más viajeros disminuían su frecuencia. Los recién instalados vecinos de Las Cañas, La Muñeca y otras zonas de desarrollo residencial de la parte norte de la capital veían como la ampliación de algunas líneas les acercaban al centro y los centros comerciales del otro lado de la A-2 disponían por primera vez de autobús para sus clientes. Pero lo que parecían todo ventajas no lo son tanto. Al menos así lo aseguran los socialistas que se atreven a calificar la reforma de mero estiramiento de líneas. Critican no sólo la desaparición de varias paradas sino que aseguran que algunas de las nuevas no están adaptadas o se ubican en puntos que pueden ser peligrosos para los usuarios. La concejala de Transportes, María José Agudo sale airosa ante tanta zancadilla y asegura que los cambios no han sido caprichosos y que se han adecuado a los informes técnicos y de movilidad propuestos por Doymo. Sin embargo, y aun sabiendo que cuando se afrontan transformaciones de la entidad de la que se ha llevado a cabo no siempre serán del gusto de todos, los responsables municipales deberían abrir ahora un periodo de análisis del efecto de las mismas para evaluar su eficacia. En caso de percibir que alguna no satisface la necesidad que se pretendía, siempre a tiempo de rectificar.