La sociedad de la movilización

29/04/2012 - 22:35 Redacción

A pesar de estar en pleno puente y con la climatología en contra fueron muchos los guadalajareños que ayer no quisieron faltar a la convocatoria de los sindicatos para protestar, en la calle, por los recortes planteados en Sanidad y Educación. Aunque con menor respuesta que en ocasiones anteriores la manifestación en defensa de estos servicios públicos recorría ayer 50 ciudades de España, entre ellas nuestra capital, para exigir al Gobierno que no recorte partidas que puedan poner en peligro la atención básica. Y es que ese era la principal denuncia de los sindicatos que insistían en que el estado del bienestar se basa en la existencia de unos servicios públicos de calidad, universales y accesibles y en que estos son unos de los sectores productivos más dinámicos y generadores de empleo. Razón no les falta y es que son miles los funcionarios que trabajan en esas áreas. Sin embargo, y a pesar de las promesas primeras de un Mariano Rajoy que siempre apostó por evitar tocar estos presupuestos, la dura realidad se impone y los recortes ya son un hecho. La primavera se presenta caliente y parece que los engranajes sindicales empiezan a engrasarse de cara a una movilización continuada ante las medidas del Gobierno central. Tras la huelga del 29-M, las protestas en la calle ya se han convertido en algo habitual, después de años de inmobilismo: renace la sociedad de la movilización. Las centrales sindicales alertan de que la disminución del gasto social mediante la reducción de las prestaciones va a provocar el empeoramiento de las condiciones de trabajo y la destrucción de empleo público, y ponen en riesgo el bienestar que es patrimonio de todos. Con estos argumentos y bajo la tensión que supone continuar con las políticas restrictivas, se afronta un primero de mayo más reivindicativo que en años anteriores  y que se celebrará bajo el lema Trabajo, dignidad, derechos. Tres premisas que en un país con millones de desempleados resultan un tanto utópicas.