La solución a los ataques de lobos

Ayer se produjo un nuevo ataque de lobos en la Sierra Norte de Guadalajara, en Cantalojas. El ganadero afectado, Julián Arenas, ha perdido en un solo día 10 ovejas, aparte de  las futuras crías, ya que la mayor parte de ellas estaban preñadas. Arenas pone el grito en el cielo: “con el pienso caro, lo poco que nos pagan por los corderos y los ataques de los lobos, los ganaderos no podemos aguantar más. Habrá que tomar decisiones porque los ganaderos estamos ya muy hartos”. La solución a este problema, que se remonta a hace varios años, asegura, pasa por la reducción de la cabaña de lobos que hay en la zona y así se lo transmitirá al nuevo responsable de la Consejería de Agricultura en Guadalajara, cuando se reúna con él para abordar este asunto. De cualquier manera hay que aportar una salida cuanto antes, porque, en caso contrario, será demasiado tarde. Y es que hay ganaderías, como las de Alfonso Muñoz, de Galve de Sorbe, que han sufrido repetidos ataques. Desde APAG aseguran que éste no es el único caso y estiman que es un fenómeno que se produce de forma generalizada. Por más que los ganaderos refuerzan la protección de sus cabezas de ganado con todo tipo de medidas de seguridad, cualquier pequeño descuido lo tienen que pagar muy caro, porque además, las ayudas, o tardan en llegar, o no llegan porque los requisitos que se exigen para cobrarlas son muy  exigentes y a muchos no les merece la pena realizar la inversión requerida. Por tanto habrá que buscar una solución razonable y equilibrada  que satisfaga tanto a ellos, como a aquellos que defienden la pervivencia del lobo. Esta solución pasaría por buscar una forma de garantizar que tengan comida a través de la construcción de nuevos muladares donde se depositarían las reses muertas para compensar la falta de fauna salvaje y así tengan su sustento garantizado sin tener que recurrir a las reses vivas.