¿La única moral está en la Constitución?

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
JESÚS DOMINGO Madrid
“La única moral esta en la constitución” dice el portavoz socialista en el congreso, y es que los políticos, incapaces de razonar, responden con sus tópicos ideológicos a los argumentos sobre el aborto. “La única moral en democracia la dicta la Constitución” o el Parlamento y rechazando como una “hipocresía” la postura de la Iglesia.
En este sentido, es evidente que los políticos han cerrado su inteligencia y su propia conciencia a la capacidad de razonar: se actúa por motivaciones políticas e ideológicas.
Se entiende así que el portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso, insistiera en garantizar que el Gobierno y e PSOE “van a sacar adelante la reforma de la interrupción voluntaria del embarazo”, al tiempo que advertía de que “lo que tienen que entender los obispos” es que “en el ámbito de lo público la única moral posible es la Constitución”, porque “el bien común, los intereses y los derechos de los ciudadanos” se regulan en las Cortes “y no con morales privadas”. Esto es, que ni la moral ni el bien común cuentan para nada a la hora de legislar y que, por tanto, por duro que parezca, una mayoría parlamentaria puede decidir la vida o la muerte de una persona según le apetezca.
Ante la falta de argumentos y razones y en ausencia de todo debate intelectual, lo más que se le ocurre a los políticos, como a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, es afirmar que la Iglesia “no sabe cuál es su lugar” por lo que pidió que deje al Parlamento votar, porque es el que representa a los ciudadanos”. “Ellos, en el ámbito de los fieles a su Iglesia, añadió que les hagan las recomendaciones que estimen oportunas”. La señora Salgado no quiso entender que justo eso es lo que hace la Iglesia: recomendaciones a los fieles católicos. Y precisamente entre ellas hay una especialmente dirigida a los parlamentarios católicos: que como tales, no pueden votar favorablemente la ley del aborto o, lo que dicho en otras palabras, que un diputado no puede dejar su conciencia en el armario a la hora de votar...