La Virgen de la Antigua recorre la ciudad al calor de miles de fieles

09/09/2011 - 11:29 Redacción



  Con el calor que desprende la devoción de sus fieles, la Virgen de la Antigua regresó anoche a su santurario desde la concatedral de Santa María tras recorrer en procesión algunas de las principales arterias de la ciudad de Guadalajara, que como de costumbre, lucieron engalanadas con estandartes, banderas, escudos y mantones. Ya a las puertas de su templo, la perpetua alcaldesa de la ciudad de Guadalajara fue honrada con la tradicional ofrenda de frutos de la tierra y ramos de flores. Tras su entrada al templo, se procedió a enceder la hoguera que daría, junto con los fuegos artificiales, por finalizado el acto religioso, algo más rápido que de costumbre.


El tañido de las campanas de la concatedral de Santa María anunció a las ocho en punto de la noche el momento más esperado para los miles de fieles que se apostaron desde un rato antes a las puertas e inmediaciones del templo. Minutos más tarde, la patrona de la ciudad cruzaba el pórtico y se presentaba radiante ante los vecinos que la aguardaban. Lo haría acompañada por las notas musicales del himno nacional, que interpretado como es tradición por la Banda provincial de Música, no hizo sino más que aflorar aún más las emociones ante la bella estampa.

   Solemne, la talla de la perpetua alcaldesa de Guadalajara volvió a lucir un año más sus mejores galas para el nuevo reencuentro con sus paisanos. Para la excepcional ocasión lucía un vestido verde donado por una de las 11 camareras de la Virgen de la Antigua, y que se complementó con un manto del mismo color aunque de tonalidad más acentuada que llevaba delicados bordados dorados a juego con el velo que luciría bajo su corona. La carroza en la que sería paseada por las engalanadas calles de la ciudad portaba cientos de olorosas flores blancas, que resaltaban aún más si cabe la belleza de la talla.

   Junto a ella, dispuestos a emprender el camino hacia su casa, se encontraban como de costumbre muchas caras conocidas de la vida social, cultural, religiosa y política de la ciudad. De entre estos últimos cabe destacar la presencia del obispo de la Diócesis de Sigüenza Guadalajara, Atilano Rodríguez, y el nutrido grupo de autoridades que se dieron cita en la procesión, entre diputados y senadores nacionales y regionales, miembros de la corporación provincial y municipal, a cuya cabeza se encontraban la presidenta de la Diputación provincial, Ana Guarinos, y el alcalde de la ciudad, Antonio Román –que cerraba la comitiva–, la subdelegada de Gobierno en Guadalajara, Araceli Muñoz, el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Guadalajara, Porfirio Herrero, y los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con presencia en Guadalajara. Una mención especial merecen los miembros de la Hermandad de la Virgen de la Antigua, cuyo rostro visible volvió a ser un año más su hermano mayor, Emilio Vega.

   Pasados unos minutos, la nutrida comitiva que acompañaba a la Virgen de la Antigua comenzaría a dar sus primeros pasos por la calle Ramón y Cajal hasta llegar la glorieta de Bejanque. Desde allí tomaría la calle capitán Boixareu Rivera hasta la plaza de Santo Domingo, para posteriormente recorrer buena parte del paseo del doctor Fernández Iparraguirre y la calle Cardenal González de Mendoza hasta desembocar en la plaza de la Antigua.

  El itinerario fue idéntico al del pasado año con el fin de posibilitar a más gente encontrarse con la Virgen de la Antigua, aunque en su transcurso hubo alguna que otra sorpresiva novedad. La más sobresaliente por su vistosidad fue la realización, por parte de diez alumnas del Grupo de Baile de las Escuelas de la Cotilla, la danza de los zancos del siglo XVI que ya se brindara el pasado año a la Virgen de la Antigua por las mismas fechas a las puertas de su santuario. El baile, recuperado el pasado año con motivo de la celebración del 550º aniversario de la concesión del título de ciudad a Guadalajara, fue brindado en esta ocasión a los vecinos en las inmediaciones de la plaza de Bejanque y Santo Domingo.

   Con la amenidad de este baile, las melodías ofrecidas por diversos grupos de dulzaineros, y los cánticos y oraciones, la Virgen de la Antigua llegó en volandas hasta las puertas de su santuario, lugar en el que se realizó la tradicional ofrenda de los frutos y flores a cargo de los distintos colectivos y cabezas de partido, así como la hoguera que iluminó junto con los fuegos artificiales el cielo de la ciudad para dar por concluido el acto. El fin de una ‘fiesta de guardar’ Con la procesión de la Virgen de la Antigua por las calles de la ciudad, algo más rápida que de costumbre, concluyeron los actos religiosos realizados en su honor, y que se iniciaron el pasado 29 de agosto con el traslado de la talla desde su santuario hasta la concatedral de Santa María. Allí ha permanecido nueve días, jornadas en las que ha estado acompañada por las oraciones de la novenaria, que este año ha girado en torno a La hora de María.

   De forma complementaria, el pasado 6 de septiembre se celebró la Vigilia de Oración Juvenil, acto que tomó este año un cariz multitudinario, quizá alimentado por la aún latente celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en la que participaron centenares de jóvenes de la capital y provincia. Ya en la víspera a su Natividad, se realizó la tradicional ofrenda floral, acto que permitió que cientos de vecinos de la ciudad entretejieran con sus ramos de flores un oloroso y colorido manto para la Virgen. Previa a su salida en procesión, durante la mañana de ayer hubo dos grandes eucaristías.

   La primera y tempranera –a las ocho de la mañana– fue la Misa de las Familias, que oficiada por el abad de la cofradía rector del santuario de la Antigua, Santiago Sanz, otorgó a los presentes la posibilidad de recibir el Jubileo perpetuo concedido para esta misa por el Papa Paulo V. No obstante, la eucaristía central tuvo lugar a las doce del mediodía, y sería concelebrada y presidida por el obispo diocesano Atilano Rodríguez, quien se estrenaba en esta santa misa con su cargo. Las fiestas de la Antigua son el preludio a las Ferias de la capital, que comenzarán oficialmente el próximo lunes con el pregón y el chupinazo a cargo de las peñas en uno de los balcones del Palacio del Infantado.