Las conexiones de Alcorlo

Gracias a esta nueva insfraestructura, en la que el Ministerio invierte más de 30,5 millones de euros, se tomará agua del embalse de Alcorlo para conducirlo directamente a la potabilizadora, garantizando así los consumos que actualmente tienen la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, Aguas del Bornova y la Comunidad de Regantes. Sin embargo, tan urgente como esta obra es la ejecución de la conexión del alto Sorbe con la cuenca del Bornova y el embalse de Alcorlo, aumentando la capacidad de almacenamiento en el Sorbe. La urgencia se pone de manifiesto precisamente en este invierno de altas precipitaciones y grandes cantidades de nieve en el Ocejón. Desde hace más de un mes, Beleña no puede almacenar más agua, al encontrarse al 70 por ciento de su capacidad, e incluso hubo que desembalsar agua ya a finales del pasado mes de enero. No es lógico que en el primer año de precipitaciones abundantes, después de una profunda sequía que obligó a decretar la situación de emergencia en la cuenca del Sorbe, la falta de infraestructuras adecuadas obligue a desembalsar agua. Un agua que, si actualmente estuviera construida la conexión Alcorlo-Beleña, podría almacenarse de cara a épocas de mayor necesidad. Aplauso para el Gobierno por la rapidez con la que está realizando la conexión con la potabilizadora, pero tirón de orejas por lo mucho que se está dilatando la tramitación de interconexión de las cuencas, una infraestructura muy necesaria para garantizar un desarrollo en el Corredor que, ante todo, cuente con el agua necesaria para llevarse a cabo. A estas alturas no podemos estar perdiendo ni una sola gota de agua por falta de infraestructuras adecuadas.