Las drogas matan al hijo de Stallone

21/07/2012 - 00:00 Clemente Ferrer



 Lactor Sylvester Stallone está destrozado por el fallecimiento de su hijo Sage Moonblood Stallone, de 36 años. Sage que intervino junto a su progenitor en la película “Rocky V” fue descubierto sin vida en su casa de Studio City en Los Ángeles. Su defunción ha sido provocada por la ingesta de una sobredosis de drogas.

  Por otra parte, se divulgó una campaña publicitaria bajo el eslogan “Todo tiene un precio” que busca concienciar a la sociedad sobre la presencia de los estupefacientes como un producto que lleva al despilfarro. La idea creativa de la acción descansa sobre la aseveración: “Lo más peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son”.

  España es el primer país del orbe en el derroche de cocaína. Ha prevalecido a los Estados Unidos y cuadruplicado la media occidental, según la ONU, siendo la población compradora la que está comprendida entre los 15 y 64 años. La droga se trajina en un entorno marginal de indigencia y malaventura. Son más de mil chamizos en los que residen otros tantos clanes que vegetan en situaciones quebradizas.

  Una humanidad abandonada es la que brota en sus ajados moradores, que renunciaron a la lucha por su acomodo. Con el estigma que provoca la droga, la fijeza hueca, y apenas sin mantenerse firmes, se mueven amasando jeringuillas usadas. Las ganancias del trajín de las drogas logra cada año una cifra desorbitada de euros, provenientes de los más de tres mil drogadictos que han aparecido en los 70 asentamientos de transacción. Su principal foco; La Cañada Real. Con estas acciones de sensibilización social se está luchando por la vida que es trascendental y que, nadie ni nada, debe atentar contra ella. La droga es la muerte, la inmolación de millones de seres ingenuos e inocentes, en aras de uno de los más sucios y terribles negocios que ha conocido la humanidad.

  La lucha contra la droga; con una educación adecuada, con una menor permisividad, con un mayor respeto a la persona, con el ofrecimiento a la juventud de una perspectiva vital. “He visto a los más grandes espíritus de mi generación, arrastrarse de madrugada por las calles de los negros, en busca de la droga urgente imperiosa”, asevera Allen Ginsberg. “La lucha contra el mercado y el consumo de drogas. La voluntad de detener esta perniciosa amenaza para el tejido social, que promueve el crimen, la violencia y contribuye a la destrucción física y emocional de muchas personas, exige un compromiso político, cooperación internacional y el apoyo de toda la comunidad”, afirma Benedicto XVI .