Las Eatims lo tienen difícil
13/09/2012 - 21:24
Las medidas de adelgazamiento de la Administración Local que va a desarrollar el Gobierno pueden suponer la desaparición de las entidades locales menores. Cerca de 20.000 defensores de las entidades locales menores tomaron la capital del país esta semana y entre ellos un buen puñado de alcarreños que no se resisten a ver desaparecer más de una veintena de entidades de estas características. Lejos de resignarse, las Eatims siguen en luchando por su supervivencia. La eliminación de estas entidades supondría, según las voces más críticas, un atentado contra el municipalismo en España, con el que se laminaría la labor que alcaldes y concejales realizan de forma altruista en pequeños municipios, criminalizando a los ayuntamientos como responsables de una crisis cuando muchos de ellos tienen sus cuentas perfectamente saneadas. Es cierto en la mayor parte de las ocasiones, estas entidades cuentan con recursos mínimos. Es precisamente esa escasez de presupuesto e iniciativas lo que lleva a sus responsables a solicitar el cumplimiento de los convenios por parte de los ayuntamientos cabecera y la necesidad de que las subvenciones y demás aportaciones económicas lleguen directamente, sin intermediarios. Se trata de buscar una mejor gestión que evite pasos intermedios que, al final, acaban perjudicando a los propios vecinos. Y es que aunque en algunas ocasiones la prestación de servicios supone un sobre coste y un sobreesfuerzo para la administración, lo cierto es que en la mayoría de estos pequeños municipios con pocos recursos y una política adecuada, se consiguen ofrecer servicios eficientes y de calidad. A pesar de ello, parece que no hay marcha atrás. La norma, que pasará a llamarse ley de racionalización y sostenibilidad, pondrá orden en la estructura de las administraciones locales y será una de las veinte leyes que se aprobarán de aquí a final de año para reformar la administración pública. Hay pocas esperanzas de que, a pesar de la movilización, como la que se ha visto en Madrid, estos alcaldes acaben conservando sus responsabilidades de primeros ediles.