Las Ferias Tradicionales fórmula de desarrollo

Cifuentes celebraba este fin de semana la XIV edición de sus Ferias Tradicionales. Desafiando los riesgos de la inestabilidad meteorológica y sustentado por un reconocimiento ganado año a año, este acontecimiento volvía a congregar a muchos cifontinos y visitantes que disfrutaron de una vuelta al pasado sin perder la vista en el futuro. Con el pretexto de recordar una de las ferias de ganado más importantes de la zona centro que se celebraba hace más de 800 años, ropajes castellanos tradicionales así como puestos de profesiones y oficios que están desapareciendo invadían, de nuevo, las calles durante días para recordar otras épocas. Forja, cuero, vidrio, madera, o porcelana, eran algunos de los talleres en los que se podía participar durante este fin de semana  con la ayuda de artesanos que están manteniendo dichos oficios y a través de los cuales se conservan las viejas tradiciones. La Federación de Asociaciones Cristo de la Repolla volvían a sacar del baúl de los recuerdos aquellos tiempos en los que los días de mercado servían para comprar y vender ganado. Eran días de fiesta, en los que cientos de visitantes acudían al pueblo para hacer negocio, comer y pernoctar. Con esa misma filosofía, y a pesar de la crisis y la merma en el apoyo económico, esta Feria más allá de suponer la preservación de tradiciones, como una vía para consolidar el respeto a la cultura de cada pueblo y reforzar la identidad propia de los mismos, se configura como un apoyo a  la búsqueda de otras líneas de desarrollo. El turismo y la rentabilidad comercial de jornadas de estas características se mantienen como unos de los objetivos perseguidos tanto por los promotores como por el propio Ayuntamiento que durante la última década han conseguido que esta fiesta se forje una personalidad propia que la diferencia de otras jornadas medievales. Cifuentes tiene mucho que ofrecer al turista. Un impresionante patrimonio cultural sumado al histórico y artístico hace de esta feria el pretexto para atraer a los visitantes, para convencerles de que ésta es una de las localidades en las que merece la pena perderse y disfrutar y, de este modo, hacer que repitan.