Las lecturas partidistas del paro
El mercado laboral español ha vuelto a encender todas las alarmas. En el tercer trimestre se bordearon los cinco millones de parados, cuando solo los más pesimistas entre los expertos creían que esa cifra podría alcanzarse y eso, a pesar de que este período es, habitualmente, un buen momento para la creación de empleo, por el aumento de la demanda en el sector turístico. La crisis trastocó también esta máxima, aunque ya el año pasado el mercado laboral recuperó el tono a nivel nacional, con casi 70.000 empleos nuevos en la temporada estival. La realidad, desvelada por la Encuesta de Población Activa (EPA), es que la destrucción de puestos de trabajo ha sido tan intensa (146.800 ocupados menos) que éste ha sido el peor verano para el empleo en lo que va de crisis. Guadalajara, parece haber aprovechado mejor la demanda turística y los datos son menos pesimistas. De hecho, de junio a septiembre la tasa de paro ha descendido dos puntos y medio con respecto al trimestre anterior, cuando era del 20,08 por ciento y había 24.600 parados en Guadalajara. Sin embargo, nuestra provincia no se aleja de la barrera psicológica de los 20.000 y contabiliza 21.100 desempleados. A la lectura puramente matemática se suma, en esta ocasión la electoral. De ahí, que los datos nacionales sean motivo de todo tipo de análisis, si tenemos en cuenta la proximidad de las elecciones del 20-N y la importancia que, en la intención de voto tiene la situación económica, y más concretamente la laboral, en estos comicios. Por delante quedan otras dos citas estadísticas significativas, ambas la próxima semana. El jueves, el Ministerio de Trabajo publicará la cifra de paro registrado -que derivan del registro mensual de los servicios públicos de empleo, no de una estadística como la EPA-, de octubre, un mes en el que, desde los años noventa, siempre aumenta el desempleo; y el viernes, el Banco de España, anticipará qué ha ocurrido con el PIB en el tercer trimestre, una estadística que el INE ofrece de forma oficial una semana después. Ambos son datos habituales en estas fechas pero que en este otoño tendrán, a buen seguro, muchas lecturas partidistas.