Las nucleares y sus residuos
22/02/2012 - 00:00
El director de la central nuclear de Trillo, Aquilino Rodríguez, hacía ayer balance de los últimos seis meses de funcionamiento de la planta. Aunque el objetivo del encuentro con los medios no era hablar del Almacén Temporal Centralizado (ATC) el asunto no podía pasar inadvertido. Muy coherentemente, el director de la planta aseguraba que, tras muchos años de discusiones, el haber decidido la ubicación del silo donde se guarden los residuos de las nucleares españolas es tranquilizador para el sector. No en vano son décadas de retraso las que el proyecto acumula. Los distintos gobiernos fueron pasándose esta patata caliente hasta que en abril de 2006 la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados aprobaba una proposición no de Ley relativa a la creación de una Comisión Interministerial encargada de establecer los criterios que debería cumplir el emplazamiento que albergaría el combustible nuclear gastado y los residuos de alta actividad. Más de cinco años más tarde, del día 30 de diciembre de 2011, se acordaba designar el emplazamiento propuesto por el municipio de Villar de Cañas para albergar el ATC. Su publicación, el 20 de enero de 2012 en el BOE era el punto de partida del proceso de su implantación. Aunque queda mucho camino por andar, (entre un año y año y medio es el plazo estimado por los técnicos, para el inicio de los trabajos) es cierto que por fin se da solución a un problema que cada día era más urgente. El Gobierno ha tomado esta decisión que, más que política, es de sentido común, señalaba el titular de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria hace unas semanas a su llegada a una reunión del Consejo de Ministros de Energía de la UE, que se celebraba en Bruselas. Y razón no le falta si tenemos en cuenta que cada día que no se construye el ATC desde enero de 2011 le cuesta al país 60.000 euros el llevar los residuos de alta actividad de la central de Vandellós I a Francia. Es cierto que los residuos de la José Cabrera se ubican en un almacén temporal centralizado (ATI), al igual que los de Trillo, y que por tanto Guadalajara tendría, de momento, resuelto este problema. Sin embargo ya era hora de que se encontrase la solución a largo plazo.