Las reformas que España necesita
06/04/2012 - 13:48
El Partido Popular es un partido reformista que tiene en la libertad y en las personas sus ejes ideológicos para desarrollar su acción política y de gobierno. Y en esta encrucijada histórica, el Gobierno del Partido Popular nos presenta una batería de medidas y reformas para dar solución a problemas, que lejos de ser coyunturales, son estructurales y afectan a las bases y a los cimientos del Estado del Bienestar.
Se trata de reformas de gran envergadura y todas ellas se encaminan hacia una misma dirección, que no es otra que la de generar crecimiento y empleo en nuestro país. Y en cien días de gobierno, el Congreso de los Diputados ha sido testigo del debate de esas grandes medidas de futuro y prosperidad que Mariano Rajoy y todo su equipo han conseguido sacar adelante. Se han puesto las bases para el futuro en un tiempo récord y el Gobierno del Partido Popular ha conseguido desmarcarse del camino de la ruina, deuda y déficit representado por el Partido Socialista.
Por el contrario, el rigor, la seguridad y la seriedad son referencias y valores que se han puesto de manifiesto en foros políticos europeos y mundiales, donde el Presidente del Gobierno asiste. Todos los líderes mundiales han alabado nuestra acción legislativa centrada en esa demostración de austeridad y en ese fuerte carácter reformista. Solo así iremos hacia una sociedad cada vez más unida, centrada y con una economía competitiva que, a medio y largo plazo, sea capaz de generar nuevas oportunidades.
En este conjunto de reformas se engloban aquellas que tienen como único objetivo la reducción del déficit, aumentar el crédito y garantizar la competitividad de la economía española. Y por ello, presentamos en esta Cámara, la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, los Presupuestos Generales del Estado y una reforma laboral con el objetivo de crear empleo a corto plazo. Era fundamental también el saneamiento del sector financiero y el redimensionamiento del sector público así como el Plan de Pago de las Administraciones Públicas a sus proveedores. Y entre un debate y otro también fue debatida la Ley de Transparencia, la Ley de Mediación y los primeros pasos de la reforma educativa. Así cruzábamos la primera línea de meta tomando decisiones importantes para resolver los problemas heredados.
No hay que tener miedo a emprender reformas pues como anunció Ghandi sólo aquellos que están dispuestos a promoverlas pasarán a las filas de los hombres que apostaron por cambios trascendentales. Y éstas son medidas imprescindibles, algunas incluso impopulares pero todas necesarias, que se están llevando a cabo sin cercar el corazón administrativo del Estado. Es nuestro deber apostar por una política que genere ingresos, empleo y riqueza y es nuestro deber igualmente ser austeros y firmes para recuperar el tiempo perdido. Problemas estructurales como el desempleo, sólo pueden ser resueltos por políticos y gobernantes serios, competentes y comprometidos con los ciudadanos. Por un gobierno del Partido Popular, presidido por Mariano Rajoy y ese equipo de excelentes ministros remando en una misma dirección y que tienen, por encima de todo, un objetivo muy claro: servir a los intereses de los españoles, creándoles las condiciones necesarias para alcanzar la prosperidad en el menor tiempo posible.
Este es el verdadero significado y el mejor resumen que, a mi juicio, representan este conjunto de reformas de las que deben participar todos, desde el partido que está en el Gobierno hasta la última formación que integre una corporación local, pues sólo así, nuestro país se recuperará y nuestra sociedad mirará con orgullo a un futuro de libertad y de esperanza. Ya lo dijo nuestro Presidente Rajoy hace tan sólo unos días al afirmar que si seguimos por esta senda reformista, España saldrá adelante y además fortalecida. Ese es nuestro camino, y por esta senda seguirán llegando las reformas que nuestro país necesita.
Se trata de reformas de gran envergadura y todas ellas se encaminan hacia una misma dirección, que no es otra que la de generar crecimiento y empleo en nuestro país. Y en cien días de gobierno, el Congreso de los Diputados ha sido testigo del debate de esas grandes medidas de futuro y prosperidad que Mariano Rajoy y todo su equipo han conseguido sacar adelante. Se han puesto las bases para el futuro en un tiempo récord y el Gobierno del Partido Popular ha conseguido desmarcarse del camino de la ruina, deuda y déficit representado por el Partido Socialista.
Por el contrario, el rigor, la seguridad y la seriedad son referencias y valores que se han puesto de manifiesto en foros políticos europeos y mundiales, donde el Presidente del Gobierno asiste. Todos los líderes mundiales han alabado nuestra acción legislativa centrada en esa demostración de austeridad y en ese fuerte carácter reformista. Solo así iremos hacia una sociedad cada vez más unida, centrada y con una economía competitiva que, a medio y largo plazo, sea capaz de generar nuevas oportunidades.
En este conjunto de reformas se engloban aquellas que tienen como único objetivo la reducción del déficit, aumentar el crédito y garantizar la competitividad de la economía española. Y por ello, presentamos en esta Cámara, la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, los Presupuestos Generales del Estado y una reforma laboral con el objetivo de crear empleo a corto plazo. Era fundamental también el saneamiento del sector financiero y el redimensionamiento del sector público así como el Plan de Pago de las Administraciones Públicas a sus proveedores. Y entre un debate y otro también fue debatida la Ley de Transparencia, la Ley de Mediación y los primeros pasos de la reforma educativa. Así cruzábamos la primera línea de meta tomando decisiones importantes para resolver los problemas heredados.
No hay que tener miedo a emprender reformas pues como anunció Ghandi sólo aquellos que están dispuestos a promoverlas pasarán a las filas de los hombres que apostaron por cambios trascendentales. Y éstas son medidas imprescindibles, algunas incluso impopulares pero todas necesarias, que se están llevando a cabo sin cercar el corazón administrativo del Estado. Es nuestro deber apostar por una política que genere ingresos, empleo y riqueza y es nuestro deber igualmente ser austeros y firmes para recuperar el tiempo perdido. Problemas estructurales como el desempleo, sólo pueden ser resueltos por políticos y gobernantes serios, competentes y comprometidos con los ciudadanos. Por un gobierno del Partido Popular, presidido por Mariano Rajoy y ese equipo de excelentes ministros remando en una misma dirección y que tienen, por encima de todo, un objetivo muy claro: servir a los intereses de los españoles, creándoles las condiciones necesarias para alcanzar la prosperidad en el menor tiempo posible.
Este es el verdadero significado y el mejor resumen que, a mi juicio, representan este conjunto de reformas de las que deben participar todos, desde el partido que está en el Gobierno hasta la última formación que integre una corporación local, pues sólo así, nuestro país se recuperará y nuestra sociedad mirará con orgullo a un futuro de libertad y de esperanza. Ya lo dijo nuestro Presidente Rajoy hace tan sólo unos días al afirmar que si seguimos por esta senda reformista, España saldrá adelante y además fortalecida. Ese es nuestro camino, y por esta senda seguirán llegando las reformas que nuestro país necesita.