Lectura post-electoral
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Tras una campaña electoral en la que las trifulcas y enfrentamientos políticos con tintes nacionales copaban los mítines, la urnas se convirtieron ayer en un toque de atención de la ciudadanía al partido gobernante. El PP ganaba las elecciones al Parlamento Europeo al obtener el 43,46 por ciento de los votos y 23 escaños, mientras que el PSOE lograba un 41,21 por ciento de los sufragios y 21 escaños.
La situación en el ámbito nacional no era muy distinta a la que se repetía tanto en Castilla-La Mancha como en Guadalajara. Los populares se convertían en la fuerza más votada de la región alcanzando el 51,46 por ciento de los votos, mientras que el PSOE se tenía que conformar con un 39,81 por ciento. En la provincia los socialistas, con un 36,09 por ciento de los votos, veían como estos disminuían en un 6,4 por ciento, que se repartía entre UPyD (que conseguía el 4,11 por ciento de los votos en sus primeras europeas) e IU ( que a pesar de descender un 0,08 por ciento, conseguía 241 votos más que en las elecciones de 2004). El PP, a pesar de ser la fuerza más votada (51,48 por ciento), con 4.650 votos más, sólo consiguió sumar un 0,31% más de apoyos. La crisis económica ha pasado factura, especialmente, a los socialistas, que también sufrían un importante descalabro en Europa. Los conservadores se imponían. Según los primeros datos oficiales globales ofrecidos desde Bruselas, el Partido Popular Europeo (PPE-ED) enviará entre 263 y 273 representantes al organismo comunitario (en esta última legislatura tenía 288). No en vano, los partidos conservadores y de centro-derecha se imponían en Alemania, Francia, Italia, España y Polonia, y se espera también su victoria en el Reino Unido. Se confirmaba, con estos datos, lo que durante semanas se venía barruntando. Los ciudadanos dictaron sentencia. Ahora llega el momento de que cada partido saque sus propias conclusiones.