Ley de nietos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La entrada en vigor de la instrucción que permitirá acceder a la nacionalidad española a los descendientes de exiliados entre el 18 de julio de 1936 y la Amnistía de 1977 concreta una de las previsiones contenidas en la Ley de Memoria Histórica con el objetivo de resarcir a quienes sufrieron los rigores del franquismo.
La envergadura simbólica de ese objetivo obliga no sólo a desarrollar éste y otros preceptos contenidos en la norma aprobada hace un año, sino también a que las medidas que se vayan adoptando dispongan de la cobertura institucional adecuada para no generar nuevas frustraciones. Se calcula que más de medio millón de personas repartidas por todo el mundo estarían en condiciones de solicitar la nacionalidad de origen de sus padres o abuelos, lo que implica que tanto el Ministerio de Justicia como el de Exteriores habrán de disponer de los medios precisos para atender las eventuales peticiones, verificar la documentación exigida y solventar los escollos que puedan surgir en torno a algunas formulaciones genéricas de la norma. Por de pronto, no deja de resultar paradójico que haya herederos de exiliados, como los nacidos en Cuba, que aspiren a ser españoles para poder labrarse un futuro distinto lejos de su país.