Los fondos europeos mejoran varias iglesias y ermitas de la comarca de Molina de Aragón
Hasta nueve iglesias y ermitas de la comarca de Molina de Aragón se han visto beneficiadas de las ayudas que llegan de los fondos europeos y que gestiona la Asociación de Desarrollo Rural Molina-Alto Tajo.
En ellas se ha intervenido, sobre todo, en la parte estructural, principalmente en las cubiertas y en los solados, aportando este grupo de desarrollo rural alrededor de 15.000 euros en cada actuación.
En concreto, las localidades que han recibido la ayuda han sido Canales de Molina, para la reparación de la cubierta y el solado de la iglesia, Torremocha del Pinar, para la cubierta de la iglesia; Corduente, para el arreglo de las grietas de la torre de la iglesia y la de cubierta de la sacristía; también se ha colaborado para reformar la cubierta de la iglesia de Torete y para la cubierta de la ermita del Santo Cristo, en Checa. Por último, se ha intervenido en el campanario y escalera de la iglesia de Piqueras, en la cúpula y cubierta de la de Cobeta y en las ermitas de La Soledad de Campillo de Dueñas y en la de San Roque de La Yunta.
“Cuando una persona va a un pueblo lo primero que ve es la iglesia, es una parte importante de la cultura y del patrimonio y en estos casos estaban en un pésimo estado”. Así se expresa Raúl Pérez, párroco moderador de Molina de Aragón. Además, puntualiza que “estas iglesias o ermitas estaban muy deterioradas, todas con goteras y en muchas de ellas no se había intervenido desde el siglo XVII porque no se tienen recursos para intervenciones tan grandes y si no es por las ayudas de instituciones o de los fondos europeos sería imposible hacerlo”.
En esa búsqueda de fondos se cruzó el grupo de desarrollo rural Molina de Aragón-Alto Tajo. “Veíamos que otros grupos habían dado subvenciones a proyectos de este tipo para las iglesias y en Molina no había ocurrido, así que pusimos en realce que en las iglesias es donde se hace la cultura en estos pueblos. Cuando un pueblo se llena es porque hay algo cultural-religioso. Estamos pidiendo unas ayudas para favorecer el turismo y la imagen de nuestro patrimonio”, recalca el párroco y además pone en valor la intención de que todos los constructores y albañiles sean de la comarca. “Queremos que se vean favorecidos los pueblos en los que se interviene y también que se vean favorecidas las empresas de la zona”, explica.
Todas las obras estuvieron ya terminadas en el mes de marzo. Es la primera parte de un proceso que según el sacerdote Raúl Pérez, requiere ahora de una segunda fase. “Estamos esperando que salga otra convocatoria de ayudas porque ahora nos encontramos con otro problema. Y es que una vez que se han consolidado estos edificios, está el problema de accesibilidad a las iglesias, en una zona donde va mucha gente mayor y con movilidad reducida; esperamos que con los planes europeos podamos pedir estas ayudas también”.
Para el párroco las aportaciones que llegan del grupo Molina de Aragón-Alto Tajo son “esenciales”, ya que “los recursos económicos son tan pocos que estamos perdiendo el patrimonio de los pueblos si no se invierte en ellos. La iglesia es la historia de cada pueblo, es su identidad”.
“Debemos tener en cuenta de que las iglesias no es un aspecto meramente religioso, sino que son parte de la cultura de los pueblos”, concluye.