Los hechos de El Casar/Mesones
07/01/2011 - 00:00
Dice el Evangelio que la verdad os hará libres. El sr. Pablo Sanz no dice la verdad con lo cual, según las Sagradas Escrituras, no puede ser libre. El mes pasado, el portavoz del Grupo Popular del Ayuntamiento de El Casar hacía unas declaraciones a una revista local en la que afirmaba sin rubor que la ambulancia para el Centro de Salud de El Casar/Mesones ni está ni se la espera. Cuando por fin disponemos de ese transporte sanitario, monta en cólera (política) y se saca de la manga algunos argumentos para la crítica. Que si ésta no nos sirve, que si viene de otra zona de salud... Desconocíamos esa faceta suya de especialista en logística sanitaria.
De un tiempo a esta parte, parece que le ha cogido el gusto a eso de asistir de palmero a las comparecencias públicas del Partido Popular ante los medios de comunicación con el único ánimo de salir en la foto. Para que por fin le pongan cara y así criticar con saña todo lo que se hace desde el Ayuntamiento por El Casar/Mesones. Es a lo que tienen que recurrir algunos para repetir en las candidaturas electorales del próximo mayo. Los que por estos lares hemos seguido sus correrías, sabemos cuáles son sus legítimas intenciones (políticas). Cuando se trata de arrimar el hombro para trabajar por el progreso de nuestros pueblos, él lo hace por su propio ego personal.
En un periodo de crisis económica internacional como el que atravesamos, de especulación pura y dura por parte de los carroñeros financieros, que hasta el propio Rey de España ha reconocido en su mensaje navideño, en El Casar/Mesones hemos batido récords de inversión. Tanto por parte del Gobierno de España como de la Junta de Comunidades y la Diputación Provincial. Sin desdeñar la aportación de la iniciativa privada. Ahí están las ingentes obras del Plan Zapatero en 2009 y durante este año, los colegios públicos y escuelas infantiles, el Centro de Mayores, la conservación en la red de carreteras, el depósito de aguas, los parques, los centros comerciales y un largo etcétera. No son ilusiones, son razones. Todo el mundo confía en El Casar/Mesones. Todos a excepción del sr. Pablo Sanz y el Partido Popular. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
En estos momentos, el Ayuntamiento de El Casar/Mesones está pagando a los proveedores las facturas del mes de octubre y, al mismo tiempo, amortizando créditos. ¿Dónde está el oscurantismo de este equipo de Gobierno? ¿Puede el sr. Sanz y el PP decir lo mismo de los municipios en los que gobiernan? Comprendo que esta realidad no les guste. Pero es lo que hay. Transparencia y ganas de que El Casar/Mesones avancen ajenos a las discrepancias políticas, con trabajo y gobernando para todas y todos los que vivimos en El Casar/Mesones.
Sr. Sanz, el equipo de Gobierno de este Ayuntamiento está más cohesionado que nunca. Seguimos siendo los mismos que iniciamos nuestra andadura en esta legislatura. Y hasta contamos con una adhesión más. Precisamente, la de un concejal al que usted dejó marchar por su soberbia (política). No llegamos a entender por qué está empeñado en tomar las riendas del poder a toda costa. Si estamos tan mal como ud. dice, nadie cogería una patata caliente de esta naturaleza. Como le he dicho con anterioridad, usted no es libre.
¿Recuerda usted cómo estaba El Casar/Mesones cuándo nos hicimos cargo del Ayuntamiento? Solo tiene que echar un vistazo ahora para apreciar las diferencias. Pero que no le ciegue ni la envidia ni la sinrazón. Usted mejor que nadie sabe que es la admiración de todos los pueblos de los alrededores. Incluidos los de la vecina Comunidad de Madrid. Para apreciar esta evidencia, le recomiendo que pase más tiempo entre nosotros. Para que pueda escucharlo alto y claro. Para que no tenga necesidad de que se lo cuenten.
Póngase a trabajar de una vez, sr. Sanz. A pensar solo por y para El Casar/Mesones. Por el interés general de las vecinas y vecinos. Y no por el suyo personal ni los de su partido político. Sin duda, con ese planteamientos todos saldremos ganando. Y como de bien nacidos es ser agradecidos, le deseo un Feliz Año 2011. Sin acritud.
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