Los mayores y las políticas sociales

Cifuentes, Marchamalo, Molina de Aragón, y desde ayer El Casar, son sólo algunos de los municipios que cuentan ya con un Servicio de Estancias Diurnas. Éste es un recurso social que ofrece, durante el día, una atención integral a las personas mayores que tienen una determinada situación de dependencia para la realización de las actividades básicas de la vida cotidiana o bien necesitan atención de carácter terapéutico, rehabilitador o psicosocial. Su finalidad es mejorar o mantener el nivel de autonomía de las personas mayores, así como proporcionar a los familiares o cuidadores el apoyo y la orientación necesarios para facilitar su atención, favoreciendo la permanencia de los mayores en su ambiente familiar y social. Con las 25 plazas puestas en marcha en el municipio casereño la provincia dispone ya de un total de 270 plazas en este tipo de recursos que sobre todo permiten mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad y de sus familiares. Nadie puede poner en duda que durante la última década, los servicios para mayores han aumentado de manera considerable tanto en el número de plazas, como en su variedad y extensión. En Castilla-La Mancha los servicios sociales han experimentado una mejora espectacular. No en vano, y a pesar de la crisis, el Gobierno regional ha mantenido el compromiso de incrementar un 15 por ciento los presupuestos dedicados a las personas que por una u otra razón necesitan ayuda de los demás. Esta implicación ha hecho que la región sea la primera comunidad autónoma con mayor cobertura de plazas residenciales públicas, además de contar con el mejor programa de estancias temporales de España. Algo que se refleja en cifras: más de 2.134 plazas de estancias diurnas repartidas en 109 centros castellano-manchegos. Más allá de las promesas, los hechos demuestran con creces que en nuestra región la preocupación por el bienestar de los mayores es algo más que un mero compromiso, es toda una muestra de corresponsabilidad.