Los nuevos heróes pedáneos

26/01/2012 - 00:00 Redacción


  El salón de plenos del Ayuntamiento capitalino se convertía ayer en el escenario de la toma de posesión de los alcaldes pedáneos. Luis García, Antonio Ayuso, Juan Pedro Camarillo y Benjamín Marían recibían de manos del alcalde la insignia oficial que les acredita como nuevos responsables municipales en las pedanías de Iriépal, Valdenoches, Taracena y Usanos. Se repetía, aunque a menor escala, un ritual que tras las elecciones municipales de mayo del pasado año llevaba a las alcaldías de la provincia a hombres y mujeres que desde hace meses intentan superar las dificultades de la administración con las arcas vacías. La gran mayoría de los presupuestos municipales han sufrido un descenso en torno al 10% de media, cuando no ha sido más. Y con la disminución presupuestaria aparecen ayuntamientos escasos de contenidos y de opciones de gestión, por lo que se hace más necesario que nunca que al frente de los mismos se sitúen personas y propuestas políticas que tengan otro concepto de lo municipal. En esa misma línea, los nuevos alcaldes pedáneos se enfrentan a unos años de escasez en los que su dedicación absoluta será, no solo necesaria, sino imprescindible. Se acabaron los tiempos en los que se llegaron a multiplicar por tres las inversiones en los barrios anexionados. Ahora toca seguir trabajando desde la sombra, con la vocación de servicio público como bandera. Sin duda más allá de los proyectos e infraestructuras puntuales, las corporaciones que se configuraban hace seis meses se están enfrentado al importante reto que supone un cambio en la plasmación del servicio público que prestan a los ciudadanos. En las pedanías, el modelo no solo se repite, sino que a menor tamaño mayor empeño. Por eso, hay que agradecer que aún queden personas, lo suficientemente generosas, como para sabiendo la que está cayendo, se empeñen en seguir sirviendo a los demás desde un ámbito tan denostado como el de la política. Ahí se demuestra, en su esencia, al igual que en los municipios más pequeños, la dedicación de estos hombres que bien se pueden considerar héroes.