Los pactos municipales

10/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Llegado el momento de la constitución de los ayuntamientos, no hay tregua para más. Los partidos apuran las últimas horas para alcanzar los acuerdos de los que depende el signo político del regidor que se sentará en la Alcaldía de casi una decena de municipios de más de 1.000 habitantes. Lo cierto es que las agrupaciones independientes cobran fuerza como llave de gobierno y eso genera cierta desazón, por el aparente desbarajuste ideológico de los pactos municipales que se produce, fundamentalmente, en los grandes partidos. Acuerdos que teóricamente no parecen lógicos pero que se llevan a cabo sin mayor problema contribuyen de una u otra manera a crear un cierto mal sabor de boca, sobre todo, a los dirigentes de los partidos que ven cómo se quiebra, más allá de lo que creen razonable, el principio de autoridad, al no aceptar las agrupaciones de los pueblos los acuerdos que ellos han firmado con carácter general. Pero, bien mirado, esa realidad tiene una lógica interna verdaderamente coherente. Lo extraño sería precisamente que los pactos aprobados en la altura jerárquica de los partidos se cumpliesen a rajatabla en todas las poblaciones. Ya están cerrados los pactos de gobierno en las localidades de Fontanar, donde el PP gobernará con los independientes y, por tanto Ignacio Simón será el alcalde; en Yebes, donde la agrupación de electores ha pactado con el PSOE y, por tanto, cogerá el bastón de mando José Joaquín Ormazábal; y en Torrejón del Rey, donde el actual alcalde del PP, Mario San Martín, ha alcanzado un acuerdo de gobierno con los independientes que le garantizará estabilidad durante todo el mandato. No sucede lo mismo en los municipios de Trijueque, Torija, Alovera, Molina de Aragón, Pozo de Guadalajara y Pioz, donde se espera alcanzar consensos antes del mediodía de mañana. Más allá de ideologías y disciplinas de partido, los pactos municipales ponen de manifiesto que el voto en estos comicios significa conseguir la confianza política y casi personal de los vecinos. De ahí, que muchos de estos acuerdos vayan más orientados a favorecer la gobernabilidad de los ayuntamientos que a seguir las directrices de los partidos.