Los recortes en el Hospital

27/10/2012 - 00:00 Pilar Rodríguez Calvo

 

  Recientemente ha fallecido mi querida madre en el Hospital Universitario de Guadalajara, y más concretamente en la planta de geriatría. Es un dolor tan grande el que siento que no sé si es el momento de poner en conocimiento de todas aquellas personas que lean estas líneas, lo vergonzoso de dichas instalaciones. Me dirijo a estos linces que tenemos en el gobierno central, y más concretamente a la presidenta de Castilla La Mancha, la Sra. Cospedal, que parece ser que hasta que no se cargue la sanidad pública no va a parar.

  En la planta anteriormente mencionada, además de tener el mínimo personal para atender a los enfermos, había días en los que no había ni camisones limpios para cambiarles. Estas personas mayores se han pasado toda su vida trabajando, trabajando honradamente (tal vez esto último no sepan lo qué es, les aconsejo miren el diccionario), han cotizado durante toda su vida a la Seguridad Social para que cuando lleguen sus últimos días se les trate con cariño, respeto y dignidad, así como que pueden disfrutar de una mínimo de intimidad al morir.

  Deseo a la Sra. Cospedal que en un futuro, que sea un futuro muy lejano, cuando su madre tenga necesidad de atención médica, la traiga a estas instalaciones, pues puedo asegurar a esta señora que su madre no está mejor parida que la mía. Ójala que de aquí a 4 años salgan del gobierno de esta comunidad (eso sí, cuando salga usted forrada). Me dirijo también al personal de dicha planta: ser un buen profesional requiere de algo fundamental, casi tan importante como los medicamentos: sensibilidad y comprensión hacia pacientes y familiares; Gracias a esa parte del personal que saben lo que se sufre cuando una persona se está muriendo.