Los Reyes Magos y el aumento del consumo

07/01/2013 - 00:00 Redacción

 
Los Reyes Magos llegaron a la capital y totalidad de los municipios de la provincia acompañados de sus comitivas, repartiendo regalos, caramelos, sonrisas y guiños a los más pequeños de cada casa que han vivido con emoción y mucha ilusión la parte más esperada por ellos, y también por muchos mayores, de la Navidad. Numerosas agrupaciones y colectivos han hecho posible los diferentes desfiles, el más espectacular en cuanto a número de participantes –cerca de trescientas personas– y de afluencia en las calles –miles y miles de ciudadanos– el de la capital. Estuvo bien. Al público le gustó la representación de Herodes que visitó la ciudad en su biga, tirada por dos bellos corceles y acompañado de su guardia, los 3.000 kilos de caramelos sin gluten, el rebaño de ocas, los bueyes, la belleza de los caballos y las Monster High. La música animó todo el desfile, el tiempo acompañó en unas navidades con temperaturas suaves y Melchor, Gaspar y Baltasar hablaron a los emocionados niños, y con hondo sentido religioso, algo que muchos olvidan en estas fechas quedándose en la parafernalia.
 
  Faltó tal vez una ronda interpretando villancicos sobre el escenario de San Ginés en lugar de un coro, que aunque entonó muy bien, no hizo cantar a todo el mundo, una mayor chispa interpretativa de los anfitriones de la fiesta y un poco más de majestuosidad en el recibimiento de unas figuras tan representativas, pero los niños, destinatarios de la fiesta, no están pendientes de esos matices, y, en general, la cabalgata gustó. Los establecimientos de hostelería se llenaron en una buena tarde-noche, las tiendas apuraron sus últimas ventas antes del día de los regalos y el consumo, contenido en los últimos meses, subió por unas horas, dando razón a los argumentos de Jaime Carnicero en defensa de los gastos que representa la cabalgata, un acto que por la simple alegría de los niños no merece mayores justificaciones. La Navidad en sus diferentes partes reanima el consumo, otra de sus virtudes, tan necesario para la buena marcha de la economía. Ahora, tocan las rebajas.