María Antonia, por Guadalajara
25/02/2011 - 00:00
Por si alguien lo ha olvidado, para la política hay que elegir a los mejores. El presidente Barreda lo ha tenido claro y, por eso, ha elegido a María Antonia Pérez León para encabezar la lista regional por Guadalajara. Porque la política, según definía Platón, es el arte de gobernar a los hombres con su consentimiento.Todo el mundo sabe que es una mujer formada, capaz y con criterio, pero lo importante es que todo el mundo lo siente así. Lo siente porque María Antonia es patrimonio de la provincia y sabemos que es la persona que mejor defenderá los intereses de esta tierra allá donde vaya. María Antonia no tiene doble cara, no tiene dobleces ni zonas oscuras.
María Antonia es transparente. Defiende nuestros derechos sobre el agua del Tajo de la misma manera en Sacedón que en Toledo. A ella no le mueven intereses particulares, es una mujer de principios. Ha sido contundente y ha cerrado a cal y canto la provincia a la posible instalación del cementerio nuclear. Su discurso es único, directo y claro. No es amiga de los sillones presidenciales. Durante sus cuatro años al frente de la Diputación Provincial ha visitado hasta el pueblo más pequeño de la geografía provincial. Es médico y por ello sabe estar cerca de las personas, sobre todo, de las que necesitan apoyo y el hecho de desarrollar su tarea profesional durante muchos años en el medio rural la ha convertido en el mejor aliado de cuantos residen en nuestros pueblos. Tal vez por ello sabía que era absolutamente prioritario sacar adelante el Plan de Carreteras.
Un proyecto que ha cohesionado nuestra provincia y ha logrado que la distancia no sea el olvido para muchos.
A pesar del momento de dificultad, María Antonia ha dado un paso al frente. Ha plantado cara al futuro y se ha comprometido con el proyecto de José María Barreda. Un proyecto que defiende la igualdad de oportunidades de todos los castellanomanchegos, que presta especial atención a los que más ayuda necesitan y que cuando hay que elegir entre la bolsa y la vida se queda con la vida. Calcula el presidente que con el transporte aéreo se han salvado 500 vidas y asegura que con una que se hubiera salvado hubiera dado por buena la inversión realizada. Su pensamiento sintoniza con el de María Antonia, que ha querido comprometerse con la vida en la provincia.
Su proyecto convertirá a Guadalajara en la primera provincia cardiovascular protegida, prolongando así el latido vital de un territorio al que no ha querido escatimar nunca ni un minuto de su tiempo. Su manera de entender la política es como una entrega total, como un servicio público a los ciudadanos, a quienes se debe ya desde hace muchos años. Doce años de concejala en Yunquera, cuatro años como diputada provincial, otros cuatro como presidenta y esos mismos dirigiendo el Hospital Universitario.
Para ella los cargos no son cargas, son la mejor vía para poder solucionar los problemas de los vecinos de esta provincia. Unos vecinos a los que les procuró ayuda para que alguien les preparase la comida, les repasase la ropa y les limpiara la cocina, a través de un proyecto de la Diputación que llevó la Ayuda a Domicilio a toda la provincia. Es la grandeza de las pequeñas cosas. La capacidad de quienes saben ver más allá de la ventana de su despacho, de quienes entienden la política como un compromiso con los demás. Guadalajara ya tiene quien la quiera, quien la cuide y quien la defienda. María Antonia, allá donde vaya, será la voz de los guadalajareños, la defensora de nuestros intereses.