Marruecos y Mohamed VI solo conocen el lenguaje de la violencia
La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Guadalajara, consternada ante los acontecimientos que están sucediendo en El Aaiún, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, -no sabemos el número de heridos y/o muertos, ya que el gobierno marroquí ha desmantelado la cobertura de telefonía móvil para que el mundo no sepa nada de lo que está ocurriendo-, expresa su más enérgica condena ante la actitud del régimen marroquí, que una vez más muestra al mundo que solo conoce el lenguaje de la violencia, el odio y la violación de los derechos humanos. A pocas horas del inicio de las negociaciones entre ambas partes, auspiciadas por la ONU, y días después de que observadores y periodistas españoles fueran agredidos e insultados por agentes marroquíes, y de que parlamentarios/as del Estado Español y del propio Parlamento Europeo fueran expulsados de forma ilegal y arbitraria del territorio, en un claro intento de ocultar al mundo lo que se ha confirmado: el ataque indiscriminado por parte de unidades militares y policiales contra miles de civiles saharauis que pacíficamente reclamaban sus derechos económicos y sociales en el campamento de Gdaim Izik, más conocido como el Campamento de la dignidad, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Unidades militares y policiales marroquíes han entrado en el campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik, cerca de El Aaiún, con el objetivo de desmantelarlo por la fuerza, generando dolor y muerte, pánico y angustia entre los miles de hombres, mujeres y niños que pacíficamente se concentraban en el Campamento reclamando sus derechos más elementales. El Estado de Marruecos, con su actitud violenta y antidemocrática, vulnera normas tan básicas como la Declaración Universal de los Derechos Humanos que proclama en su artículo 19 como todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. El Reino de Marruecos incluso ignora su propio texto constitucional, cuyo artículo 9 dice textualmente: se garantiza a todos los ciudadanos: la libertad de circular y de establecerse en todas las partes del Reino; la libertad de opinión, la libertad de expresión bajo todas sus formas y la libertad de reunión; la libertad de asociación y la libertad de afiliarse a cualquier organización sindical y política de su elección. ¿Cuánta gente tendrá que morir?, ¿Cuánto horror habrá que ver para que la Comunidad Internacional proteja a la población civil saharaui? ¿Sigue el Gobierno Español constatando que la legislación vigente se aplica en el territorio del Sáhara Occidental? Exigimos a la Unión Europea y en especial al Gobierno Español, y a su Ministra de Exteriores que hagan un llamamiento urgente al Rey de Marruecos: para que ponga fin a esta acción represiva y de violencia injustificada, desproporcionada y cruel.