Más allá de la extinción

11/08/2013 - 00:00 Redacción

 
Lamentablemente una vez más tenemos que hablar de los temidos incendios. Si la semana pasada la atención mediática se centraba en el fuego que arrasó 1.300 hectáreas en Tortuero, en esta ocasión ha sido una zona de bosque en Valdeconcha, la que se ha perdido como consecuencia de las llamas. El miércoles se daba por extinguido el fuego que arrasaba 500 hectáreas. Si bien es cierto que los dispositivos y la coordinación de las distintas administraciones esta siendo buena, debemos ir un poco más allá para analizar el porqué de la situación que aqueja a nuestros montes así como la relación causa-efecto que existe entre la utilización de maquinaria agrícola y los incendios.
 
   La despoblación de muchas de las comarcas de la provincia durante décadas ha provocado que las labores de aprovechamiento de los montes hayan caído en el olvido. Aunque desde hace años se suplía esa situación con los trabajos de limpieza, los recortes causados por la disminución del presupuesto ha provocado una descenso considerable en esas tareas de prevención. Son muchos los parajes que acumulan maleza seca que se puede convertir en combustible letal. Y muchas las quejas de los trabajadores de la empresa pública regional de Gestión Ambiental (Geacam) que advierten de la peligrosidad del recorte en tareas de mantenimiento.
 
  A esta variable se suma el hecho de que las labores agrícolas, totalmente mecanizadas, son ahora responsables involuntarias de más de un incendio. Se hace imprescindible la máxima precaución en el uso de maquinaria y no estaría demás que el Gobierno regional se empezase a plantear regular el mismo de forma consensuada con el sector. El agricultor es el profesional que más tiempo pasa en el medio natural y puede convertirse en el “guardián del medio ambiente”, tal y como propugna la Comunidad Europea. Ahora es labor de todos conciliar intereses para que este objetivo se convierta en realidad y salga ganando nuestro entorno.