Más feo que pegar a un padre

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Agredir a alguien sin que medie provocación alguna es siempre difícil de entender para quienes prefieren formas de entretenimiento más inteligentes pero si además los agredidos son tres bomberos, encargados de proteger a la ciudadanía y, encima, su único pecado era realizar entrenamiento físico por las inmediaciones de su Parque de la capital, se llega a la conclusión de que los agresores, cuatro jóvenes, debían estar, y al menos así consta por parte del conductor de su vehículo, en estado de embriaguez.
Atentos: desde un turismo y luego a pie, los reseñados intentaron atropellar a los bomberos, les increparon, les amenazaron con una navaja y les lanzaron piedras. Afortunadamente, la jugada no les salió todo lo redonda que ellos imaginaban puesto que, tras huir en su vehículo, la Policía Local les dio caza en la avenida de Pedro Sanz Vázquez y comprobó que de los cuatro agresores tres cuentan con antecedentes policiales. Lo dicho, su actitud fue, como reza el dicho, más fea que pegar a un padre.