Medio siglo de vida de los Maristas
La Eucaristía presidida por el obispo de Guadalajara, Atilano Rodríguez, abría ayer la batería de actos diseñada por el colegio Maristas para celebrar su medio siglo de presencia en la ciudad. Tras la misa que suponía el inicio de las celebraciones, antiguos alumnos ilustres del colegio como el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, y el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, evocaron sus experiencias en las aulas de los Maristas. Muchos han sido los alumnos que durante estos años han pasado por esas aulas. De hecho, la vinculación del centro a nuestra ciudad va mucho más allá. Sus muros, que albergan la labor educativa, tienen solera e historia y no han sido ajenos al paso del tiempo en la ciudad. En el año 1961 la Provincia Marista de Madrid compraba el Palacio y propiedad de 11.000 metros cuadrados a los Marqueses de Casa Valdés para noviciado de los Hermanos Maristas. A continuación comenzaban las obras de restauración y adaptación para convertirlo en colegio. Será en septiembre del año 1961 cuando se inaugure la actividad escolar con tres cursos de Primaria con el nombre de Colegio Marista Champagnat. En mayo del año siguiente, en 1962, durante la fiesta de la Ascensión, se procede a la inauguración oficial del colegio por el obispo de la época, Lorenzo Bererciartúa. Tal es la acogida, que en 1964 el edificio se dedica por completo a centro educativo. Desde entonces su historia ha estado ligada íntimamente a muchas generaciones de la capital que han pasado por sus aulas. A lo largo de estas décadas su labor ha sido reconocida. En 1986 celebra las bodas de Plata; en 1993 se inaugura el nuevo pabellón destinado a la Educación Primaria y en 1994 se implanta la Educación Secundaria Obligatoria. Ese camino continúa y nada mejor que un año completo de actividades para recordar y celebrar el viaje que han realizado durante este tiempo las personas que han formado parte de la comunidad educativa de este centro.