Mejora estructural en el mercado laboral

Las cifras siguen siendo duras, el paro muy elevado y las personas que sufren penuria económica demasiadas, pero los datos mejoran de manera objetiva. Son varios los meses continuados de descenso de las cifras de desempleo siendo histórica la caída de paro en Guadalajara y España este pasado mes de mayo, así como muy positivo el incremento en las afiliaciones a la Seguridad Social, la relación afiliado/pensionista y el aumento del número de autónomos, que significa mayor emprendimiento. Hay 1.920 desempleados menos que en mayo de 2013 (-7,83%) en Guadalajara, cifra que alcanza la de 15.217 parados menos que hace un año en la región (-5,82%). Si se quiere saber cuál es la situación económica de un país es necesario fijarse en los datos macroeconómicos porque sólo si éstos son positivos se terminará reflejando en el día a día de los ciudadanos, lo demás son percepciones. Y la macroeconomía de nuestro país mejora cada trimestre de manera muy lenta pero sostenible. Salimos ya de la llamada recesión al cumplir tres trimestres consecutivos de crecimiento positivo, las inversiones extranjeras en España aumentan y se comienza a crear empleo. La confianza exterior en nuestro país mejora y todo ello es consecuencia de las políticas de contención del gasto llevadas a cabo por los gobiernos en los últimos años derivadas de la situación de déficit y deuda alcanzada y las exigencias de cumplimiento de objetivos por parte de la Unión Europea. El problema es que el ciudadano que no ha generado la crisis es el que se está viendo obligado a sufrir sus consecuencias llegándose al caso de muchas personas que vivían en la llamada clase media acomodada que hoy acuden a comedores sociales y cuyos ingresos les sitúan dentro o al borde del umbral de la pobreza. La recuperación no se nota en la calle, los jóvenes buscan trabajo en el extranjero, no hay oferta de empleo público y la desesperación y desconfianza se han notado en las últimas votaciones. Sin embargo los números invitan a la esperanza, a pensar en una salida de la crisis, lenta pero paulatina.