Merecido Nobel a Vargas LLosa
Quiero recordar que más de cuatrocientos millones de hablantes en español recibieron el jueves día 7 de octubre con legítimo orgullo la concesión del Premio Nobel de Literatura al escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa. Una vez más, salta la sorpresa en el fallo emitido por la Academia sueca. Es curioso, en efecto, que el eterno candidato haya obtenido el premio más que merecido precisamente cuando -por una vez- su nombre no figuraba entre los favoritos. Acierta de lleno el jurado del Nobel al otorgar el galardón a este novelista excepcional y ensayista brillante, con una personalidad culta y refinada que ofrece un ejemplo de rigor y seriedad como intelectual y como ciudadano. Es bien sabido que Vargas Llosa se sitúa en una posición moderada y liberal, en el sentido genuino del término, al margen de cualquier extremismo o complacencia ante los regímenes totalitarios disfrazados de ideología revolucionaria. Un hombre que ha sabido transmitir una imagen de ciudadanía activa y consciente, al servicio de las libertades y en contra de los abusos del poder, que enlaza con la mejor tradición de la democracia constitucional.