Molina dará mucho que hablar

25/03/2012 - 17:30 Redacción

Hablar del Parador de Molina se ha convertido en el cuento de nunca acabar. Cuando parecía que, puesta ya la primera piedra y establecidas las primeras partidaspresupuestarias, por fin se haría realidad, surgían  de boca del propio el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria nuevas dudas ante la mala situación económica por la que pasa Paradores Nacionales. Aunque no hay confirmación oficial todo parece apuntar a que el proyecto de la comarca molinesa podría no ser una inversión prioritaria. Soria aseguraba, a mediados de este mes, que el déficit de tesorería que tiene la sociedad Paradores del Estado ronda los 100 millones de euros y, aunque se trata de “un emblema” y un producto “potente”, no se está en condiciones de acometer nuevos paradores. Y ahí comienza, de nuevo, la lucha de los molineses que ayer volvían a salir a la calle (nada más y nada menos que dos millares de personas) en una multitudinaria manifestación convocada por el movimiento ciudadano La Otra Guadalajara y apoyada por la Coordinadora de asociaciones y por los ayuntamientos de la comarca. El mensaje principal era mostrar la unión y la indignación de todos los vecinos que no entienden la tardanza de las obras de la infraestructura turística, después de haberse licitado las obras, estar pagadas las tasas y disponer la empresa Tragsa de crédito para hacerlas. Es ya de justicia que el anuncio hecho por el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, allá por 2008, se convierta en realidad. Sin embargo, todas las buenas intenciones que desde el PP se han podido demostrar, incluso con la declaración explícita del que fuera diputado por Guadalajara y ahora presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, de seguir muy de cerca el desarrollo de esta infraestructura, se venían abajo ante los recortes gubernamentales. Pero Molina no se rinde. El 19 de agosto del año pasado el Consejo de Ministros autorizaba la inversión de 29,7 millones de euros para construirlo y más recientemente, el Estado pagaba al Ayuntamiento 450.000 euros en concepto de abono de licencia de obra. Sin embargo el jarro de agua fría que suponía el aplazamiento de nuevas infraestructuras no va a conformar a la comarca. Mucho va a dar que hablar Molina si tenemos en cuenta que la manifestación del sábado no es más que el principio de una nueva lucha.