Momento de balances

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
Se cumplían ayer dos años desde que el 16 de junio de 2007 Antonio Román, tras haber conseguido el PP la mayoría en las urnas, tomase posesión de su cargo como alcalde capitalino. Llegados al ecuador de la Legislatura era momento de hacer balances, tanto por parte del equipo de Gobierno como por los grupos de la oposición.
Mientras que para el alcalde de la capital se ha conseguido cumplir o están ya en marcha, el 60 por ciento de las actuaciones reflejadas en el Programa con el que los populares concurrieron a las elecciones, para la oposición las cuentas son diferentes y aún quedan muchos asuntos pendientes. Sin embargo, y sin entrar en contabilizar punto por punto lo recogido en el programa electoral, hay que reconocer que tanto unos como otros se han quedado algo escasos en el cumplimiento de sus objetivos. Si bien el alcalde ha sido fiel a su compromiso de trabajar para modernizar las infraestructuras, no lo ha sido tanto con el compromiso que adquiría al recibir el bastón de mando de solucionar los problemas de los ciudadanos en algunas materias. Se ha trabajado en la dirección adecuada en asuntos de limpieza, tráfico, vivienda y seguridad, pero no se ha conseguido el, tan esperado, consenso en la revisión del Plan de Ordenación Municipal, ni se ha ejecutado el prometido “IBI Social” con el que se pretendía favorecer las personas económicamente más débiles, entre otros aspectos. Pero llegados a la mitad del mandato, todos los grupos políticos que conforman la Corporación municipal deben hacer exámen de conciencia y evaluar su actuación. Atrás han quedado las intenciones de unos de hacer “una oposición seria y firme, aunque sin crispación, encaminada a la mejora de la ciudad”, y las de otros de ser una “oposición sin intolerancias, aunque discrepante cuando proceda y al mismo tiempo ser aliados leales y responsables”, como se pudo escuchar en la sesión de constitución del actual Ayuntamiento. Ahora, empieza una segunda oportunidad para que todos intenten cumplir, al máximo, lo prometido.