Necesidad de una legislación que favorezca la familia
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
ENRIC BARRULL CASALS Girona
Ha tenido lugar el debate sobre el estado de la nación, se está iniciando la campaña electoral por las europeas y notamos la falta de propuestas claras sobre la necesidad de una legislación que favorezca la familia, y pienso que sería un buen momento para exigir a los gobernantes el establecimiento de leyes justas, fundadas en la ley natural.
Que desgraciadamente han faltado durante la legislatura y que, según como, no se dan condiciones para que cambien.
Cabe recordar que España es uno de los países con más baja natalidad de Europa, un dato muy negativo con graves consecuencias en todas las esferas. De igual forma, podemos decir que las leyes que desdibujan el contorno y la definición de la familia acaban creando desconcierto, inseguridad e inestabilidad en la propia sociedad. Por ello, las leyes que favorecen la desintegración unilateral y sin causa de la familia la privan de toda eficacia y estabilidad.
Así las cosas, pienso que nadie puede extrañarse de la importancia esencial que la Iglesia concede a todo lo que afecte a la familia, porque no se trata de moralismos, sino de defender la verdadera libertad: la que respeta siempre la dignidad humana. Es un hecho que se debe destacar el que el cristianismo fortalece el matrimonio natural basado en el amor verdadero y en la dignidad de los contrayentes. Así, la fidelidad, lejos de vivirse como una carga, se ve por las personas que se aman como un signo de donación total.
Cabe recordar que España es uno de los países con más baja natalidad de Europa, un dato muy negativo con graves consecuencias en todas las esferas. De igual forma, podemos decir que las leyes que desdibujan el contorno y la definición de la familia acaban creando desconcierto, inseguridad e inestabilidad en la propia sociedad. Por ello, las leyes que favorecen la desintegración unilateral y sin causa de la familia la privan de toda eficacia y estabilidad.
Así las cosas, pienso que nadie puede extrañarse de la importancia esencial que la Iglesia concede a todo lo que afecte a la familia, porque no se trata de moralismos, sino de defender la verdadera libertad: la que respeta siempre la dignidad humana. Es un hecho que se debe destacar el que el cristianismo fortalece el matrimonio natural basado en el amor verdadero y en la dignidad de los contrayentes. Así, la fidelidad, lejos de vivirse como una carga, se ve por las personas que se aman como un signo de donación total.