No me llega el mes, al final del salario
06/07/2011 - 16:05
El juego de palabras de una frase hecha pero dándole la vuelta a su contenido esencial (no me llega el mes, al final del salario), la hace no únicamente entretenida sino cierta,, sencillamente magnifica, un slogan fácil elocuente e ingenioso. Otra de las que también me ha llamado la atención es: no me puedo apretar el cinturón, mientras me bajo los pantalones ., y así sucesivamente todas ellas escritas en papel cartón que quedaba muy a conjunto con el futuro que nos depara . Sinceramente ha sido una de las manifestaciones mas pacificas y ricas en contenido e imaginación a las que he asistido, el despliegue de buen rollo y complicidad ha perdurado durante las 4 o 5 horas que ha durado
No ha hecho falta mas que una realidad tangible y una protesta sin precedente contra toda nuestra clase política,
y al decir toda, es que no se libra ni uno; políticos con salarios escandalosos que no representan mas que un salsa rosa o enemigos íntimos en platos de lujo pero jugando con nuestro futuro, yo ya no distingo si esta la camarilla Belen Esteban o la de Rajoy tirando pullas a los socialistas y viceversa, lo mismo me da que me da lo mismo, ambos se llenan sus bolsillicos y nos ponen la cabeza como un bombo, de consignas y malos modos entre ellos, creo que algunos no han superado la etapa infantil, y otros la púber jugando todo el día a ver quien la tiene mas grande, todo menos ponerse a trabajar porque eso cansa mucho. Estoy tan desencantada de todos ellos que hasta el mismísimo Felipe al que le tenia un respeto especial, se lo he perdido, ante noticias como la de su humilde casita en Tunez a medio hacer, al módico precio de 2000000 de euros, me desdibuja por completo la lucha por el sistema social al que tanto represento aquel sistema en el cual una vez jubilados te dedicabas exactamente a eso al jubileo, al intercambio cultural, a cursillos, amiguetes, viajes a balneario y al huerto de tu pueblo etc. etc, a cambio de: no coger nuevos trabajos ni nuevas remuneraciones económicas.
A todos y cada uno de ellos los metería juntos y revueltos comiendo sin cesar todo el dinerito ganado una especie de Gran buffet , sin que pudieran salir del recinto hasta que se lo acaben todo.
En definitiva espero que manifestaciones como las de hoy les obliguen a no mirar hacia otro lado y a asumir un sentimiento que todavía no conocen llamado vergüenza.