Nuevo rumbo de la política estatal
29/07/2011 - 17:19
Zapatero, después de que hace semanas hubiera descartado un adelanto electoral, da marcha atrás, alentado, por una parte, por la enorme dificultad que tendría para negociar los presupuestos con unas fuerzas políticas nacionalistas cada vez más exigentes para con sus territorios en plena crisis económica, con la coyuntura de un déficit astronómico; y, por otra, por los buenos datos del CIS, que reflejan un recorte de tres puntos de Rubalcaba, respecto a Rajoy, con lo que se sitúa a siete de diferencia. El presidente del Gobierno considera que ya ha sacado adelante las reformas imprescindibles para atajar la situación económica y afrontar el futuro, por lo que ha adoptado la medida en pos del interés general, después de las múltiples presiones a las que ha sido sometido en los últimos meses por partidos políticos, entre otros el suyo propio, empresarios y banca. Decide, por tanto, no agotar la legislatura, y dejar de ejercer su Gobierno en funciones, como ha calificado en numerosas ocasiones e líder del PP, Mariano Rajoy. Desde el PSOE se cree que es el mejor momento y destacan las virtudes de Rubalcaba, una persona que dicen- sabe escuchar a la ciudadanía. Una iniciativa que da tranquilidad a los mercados. Para el PP, que ha venido en estos meses pidiendo insistentemente el adelanto, la noticia viene tarde, se ha perdido mucho tiempo y el problema es que se convoca también tarde. Sin embargo ya tienen las miras puestas en su proyecto de regeneración nacional, que aplicarían en caso de ganar los comicios. En cualquier caso, y sea cual sea el partido que salga de las urnas, se antoja una buena noticia porque supondrá la llegada de nuevos aires a la estancada situación de la economía, con nuevas ideas y proyectos más sólidos de generación de riqueza, bien sea desde la presión que Rubalcaba se ha comprometido a ejercer ante los bancos para cambiar el régimen hipotecario y hacer que el dinero circule, bien desde las prometidas ayudas estatales del PP al desarrollo económico.