Nuevo templo para un núcleo 'joven'

21/02/2011 - 00:00 Redacción

El ahora administrador apostólico de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara José Sánchez era el encargado de poner la primera piedra de la que será la primera iglesia que se levantará en Ciudad Valdeluz en Yebes. En una macro urbanización donde los servicios básicos van llegando con cuenta gotas, resulta cuanto menos llamativo que se plantee levantar un nuevo templo. La iglesia seguirá una estética naviera en alusión a que los seguidores de Jesús viajan en la misma barca, y supondrá una inversión de dos millones de euros, aunque para facilitar el pago se desarrollará el proyecto en dos fases, confiando en que mientras tanto vaya incrementándose la población de la localidad y con ella, los recursos económicos. La primera fase costará 1,2 millones, que serán adelantados por el Obispado, en la medida de sus posibilidades, aunque los fieles tendrán que aportar un porcentaje importante. No sería el primer templo que ha contado con un importante apoyo popular. La Iglesia del Salvador en el barrio de Aguas Vivas de la capital es el ejemplo más reciente. El 14 de junio de 2005 comenzó la edificación del complejo parroquial y aunque se oficia misa en el mismo desde 2006 todavía queda mucho por hacer. Donativos y acciones para recaudar dinero han sido las principales fuentes económicas. Los feligreses también están llamados a colaborar en la nueva iglesia de Yebes aunque la urbanización de momento ve cumplida sus necesidades eucarísticas con el salón parroquial habilitado desde hace un año. El mejor ejemplo de esta implicación social es la Asociación Hierónimo de la Rambla que con un mercadillo ha logrado recaudar los primeros 142 euros para el templo. Y aunque los últimos estudios dejan al descubierto que se ha acelerado la desafección de los ciudadanos hacia el catolicismo y muy particularmente entre la juventud, el proyecto de esta nueva iglesia en un núcleo eminentemente formado por parejas jóvenes, pone en entredicho la tendencia registrada durante los últimos años en los que primero se vaciaron las iglesias, luego empezó a caer lentamente la adhesión sentimental al catolicismo.