Octubre

18/10/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Martínez

Ya estamos en el mes de octubre. Las Fuerzas Armadas han celebrado sus respectivos Patronos con gran afluencia y acompañamiento. El curso escolar ya ha hecho su precalentamiento y ahora empiezan en serio eso que llamamos clases. La Política sigue su marcha bastante difícil de entender para la mayoría por la complejidad de sus formas pero que es muy necesaria para que una sociedad pueda seguir marchando. Si ya hemos dicho en más de una ocasión que los dioses se vieron obligados a conceder a los mortales el arte político para que pudieran gobernarse…esos políticos, que somos todos, necesitamos de ese arte para poder gobernarnos. Enhorabuena a esas Fuerzas del Orden Público por la misión que tan dignamente desempeñan. Ahora toca la otra parte que es donde la ciudadanía tiene que estar, como siempre ha estado, a la altura de las circunstancias. Tarea nada fácil de comprender dada la complejidad que se ha ido creando en este gobernarnos los pueblos. Tenemos unas elecciones a la vista y una complejidad para su ejecución nada fácil para el ciudadano de a pie, que es en definitiva el pagano de toda la cuestión. Esperemos que toda esta complicada cuestión sea bien entendida por todos y su resultado sea el mejor para que nuestra nación pueda seguir con la prosperidad de sus mejores tiempos…Ya hemos dicho que los jóvenes han empezado un curso escolar más y ellos son el futuro de cualquier nación. Ahora toca a todos los ciudadanos votar en las elecciones, ya próximas , a quienes ellos piensen más idóneos para llevar a buen puerto a nuestro país. Oímos con frecuencia que cada vez parece complicarse más el gobierno de los pueblos…pero ese gobierno es imprescindible y tenemos que intentar no errar en el intento de escoger a unos gobernantes que sepan llevar a buen puerto a un país que bien se lo merece. Ese sería el mejor fruto y la mejor cosecha del año. Esperemos que todos sepamos estar a la altura de las circunstancias. Como profesor que hemos sido y como periodista que somos, desearíamos que todos fuéramos muy buenos alumnos y mejores ciudadanos. No queremos alargarnos, en la esperanza de que cada cual sabe o piensa saber lo que hace. Y como dice el refrán: consejo no pedido…consejo perdido.