Oír, ver y meditar
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
ANA FERNÁNDEZ de UPYD / Guadalajara
Decían los clásicos que las ideas son razones, mientras los pragmáticos defendían que en la palabra está el verbo, y fíjate tú que siglos después hemos aprendido de unos y de otros a utilizar las ideas con razón y fundamento y a buscarles un sentido práctico. Tras lamentables errores derivados principalmente del abuso o monopolio del poder en la historia de la humanidad, debiéramos haber aprendido algo. Algo muy importante, algo que nos tiene que abrir la mente al futuro del hombre, al respeto, al entendimiento y a la comprensión.
Siendo un poco paciente, y vista la disparidad y el colorido del panorama político nacional, la impresión recogida respecto de la opinión que los ciudadanos tienen de nosotros es, cuanto menos, alentadora. No vamos mal. El surgimiento de una fuerza arrolladora como UPyD es una incógnita para los grandes, aquellos que llevan años batiéndose el cobre para conseguir mayorías por encima de todo y que han demostrado una absoluta falta de interés por perseguir objetivos beneficiosos para el bien común de España, sin darse cuenta de que eso es precisamente lo que deteriora la democracia. Más aún me atrevo a pensar que el surgimiento de UPyD atiende a una necesidad del ciudadano del s XXI, cuya formación y situación le impiden perder el tiempo en discursos tan vagos como mutuamente descalificadores que han demostrado no conducir sino al empobrecimiento de la cultura electoral, limitando con ello el auténtico poder del sufragio en democracia.
En UPyD no podemos ocultar la gran satisfacción con la que hemos recibido cada uno de nosotros los votos vertidos en las urnas por los ciudadanos depositando en nosotros su confianza. Ha sido como una penetrante lluvia disipadora de la enrarecida y pulverulenta atmósfera que se había generado a lo largo de la precampaña y de la campaña electoral. UPyD al presentarse a las urnas ha firmado su compromiso con la regeneración democrática, ha introducido usos y ciertos nuevos aires que necesitaba la política, y le ha abierto la puerta a la esperanza. En UPyD tampoco queremos dejar de mostrar nuestro agradecimiento a aquellos que han votado un proyecto que realmente conduce a Europa, ni cesar en nuestro empeño de alentar y seducir a aquellos que en esta ocasión no se han sentido inclinados a votar. El voto produce un rotundo movimiento en la marea electoral, y, después, a ser posible, oír, ver, y meditar.
En UPyD no podemos ocultar la gran satisfacción con la que hemos recibido cada uno de nosotros los votos vertidos en las urnas por los ciudadanos depositando en nosotros su confianza. Ha sido como una penetrante lluvia disipadora de la enrarecida y pulverulenta atmósfera que se había generado a lo largo de la precampaña y de la campaña electoral. UPyD al presentarse a las urnas ha firmado su compromiso con la regeneración democrática, ha introducido usos y ciertos nuevos aires que necesitaba la política, y le ha abierto la puerta a la esperanza. En UPyD tampoco queremos dejar de mostrar nuestro agradecimiento a aquellos que han votado un proyecto que realmente conduce a Europa, ni cesar en nuestro empeño de alentar y seducir a aquellos que en esta ocasión no se han sentido inclinados a votar. El voto produce un rotundo movimiento en la marea electoral, y, después, a ser posible, oír, ver, y meditar.