Otra Navidad

22/12/2013 - 23:00 Pedro Villaverde

n perspectiva generalizada de mejoría desde la moderación, vaya frase entresacada de un reportaje publicado en el suplemento económico de un diario de tirada nacional, llegamos a las fiestas más entrañables del año, para muchos de hondo significado religioso por conmemorar el nacimiento de un personaje histórico que revolucionó el mundo al mismo tiempo que era Dios, en un misterio de inalcanzable comprensión para la mente humana y solo entendible desde los ojos de la Fe. Para todos, creyentes o no, fechas llenas de emociones y de apetencia de disfrutar con las personas realmente queridas, sin olvidar la ilusión y las esperanzas que conlleva dar la bienvenida a 365 nuevos días por escribir. Del sueño de la Lotería, que para unos pocos afortunados se convierte en realidad, hasta la magia de los Reyes Magos que significa compartir con los adultos y hacer felices a los niños, las navidades son una sucesión de sensaciones y de sentimientos dulces o amargos en función de las circunstancias de cada persona. Luces y adornos en calles, escaparates y hogares; turrón y sidra en la mesa; actos y gestos de sensibilidad con las personas más desfavorecidas; buenas intenciones o al menos agradables palabras; felicitaciones, regalos, sonrisas y reencuentros. Las navidades cambian por unos días nuestro habitual discurrir por la vida, nos despiertan de la amnesia que durante el resto del año nos lleva a desatender a las personas que tenemos escondidas en nuestros corazones y en la memoria, mueven nuestra conciencia al mostrarnos el sufrimiento de los que padecen pobreza y miseria de forma dramática. Tienen ciertamente magia y encanto, el llamado espíritu de la Navidad, que se esfuma a su término. Deja felices momentos, eso sí, y además un aumento en el consumo que salva la temporada de muchos comerciantes y hosteleros, que no es poco, y crea cientos de miles de puestos de trabajo aunque sea por poco más de un mes. Villancicos, recuperación de tradiciones, un mayor acercamiento a Dios a través del Niño. Todo es bonito en Navidad, excepto que se acabe. Navidad es una estación más del año, la más especial. La tenemos hoy toda ella por delante. Disfrutemos de cada minuto de sus diferentes capítulos y dejemos que sus mejores valores nos embriaguen. Feliz Navidad. .