Otro triste récord
03/03/2012 - 00:00
El paro no amaina. Cuando se podía emepzar a pensar que la economía española debería iniciar el camino de una lenta recuperación, las cifras del desempleo ponen en duda que lo peor de la crisis haya quedado atrás. La recaída en la recesión de la economía española sigue pasando factura. Según los datos de paro registrado que ayer publicaba el Ministerio de Empleo, el número de desempleados aumentó en 112.269 personas en todo el país, lo que representa su peor febrero desde 2009, el que hasta ahora es el año más dramático para el mercado laboral español en toda la serie histórica reciente (que arranca en 1997). En Guadalajara la situación no es distinta. El segundo mes del año se cerró con un total de 24.136 parados, con los 625 que se sumaron a las listas del paro. Del total de desempleados de la provincia, 11.907 eran hombres y 12.229 mujeres. El pasado mes se cerró con 2.512 personas de menos de 25 años, 1.328 de ellos hombres y 1.184 mujeres. Se marcan nuevos récords históricos y se pone encima de la mesa la delicada situación por la que pasa el mercado laboral de nuestra provincia. Pero más allá del incremento en el número de desempleados, con el dato de paro registrado de febrero (que es el primero tras la puesta en marcha de la reforma laboral, una norma que flexibiliza el despido y da más facilidades a los empresarios para dejar sin aplicación los convenios de ámbito superior al de la empresa) se ratifica la tendencia de que este 2012 está siguiendo muy de cerca los pasos de 2009, el año de la gran recesión, coincidiendo con el regreso de la economía a la contracción. En cuanto al posible impacto de la reforma, que en todo caso apenas lleva algo más de una quincena en marcha y cuyos eventuales efectos, según recuerdan los expertos, se diluyen en la situación de recesión que atraviesa el país, el Gobierno de Rajoy destaca que la afiliación ha aumentado en 4.635 personas en el régimen de autónomos. Este incremento invita a pensar que hay una disposición favorable para potenciar las contrataciones entre los emprendedores, sin embargo, queda mucho por hacer para conseguir estabilizar la caída de un mercado en el que se están poniendo los primeros diques de contención.