Para un servicio trascendental

04/10/2012 - 13:13 Redacción

Ser Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe es una tarea que requiere gran conocimiento teológico, amplitud de miras, coraje y anchas espaldas. Naturalmente el Papa busca un hombre arraigado en la Tradición, pero también conocedor y amante de su tiempo. No se trata principalmente, como piensa cierta prensa, de meter en cintura a los teólogos díscolos. A las puertas del Año de la Fe Benedicto XVI sabe que no se trata de defender las últimas torres de la fortaleza sino de avanzar en la inteligencia de la fe y favorecer que crezca la vida cristiana. Tal vez por eso ha nombrado a Mons. Ludwig Müller como Prefecto.