Pareja recupera su farmacia gracias al impulso de FADETA

“Siempre habíamos tenido la idea de mudarnos a un pueblo y buscar una vida más tranquila”, cuenta Laura. “Cuando supimos que la farmacia de Pareja quedaba libre tras la jubilación de la anterior titular, sentimos que era una señal. Además, este es el pueblo de mis abuelos, donde mis padres tienen casa y vienen cada fin de semana”.

No fue un camino fácil. El local donde se encontraba la antigua farmacia no cumplía las condiciones sanitarias exigidas para el traspaso y encontrar un nuevo espacio adecuado en un pueblo no resultó sencillo. “Aunque se ven muchas casas vacías, es difícil hallar un local que cumpla los requisitos higiénico-sanitarios o que puedas adaptar”, explica Bárcena.

El punto de inflexión llegó cuando el Ayuntamiento de Pareja ofreció un local encima del centro médico y se comprometió a ayudar con las obras de rehabilitación. Aun así, la inversión necesaria era considerable: mobiliario, laboratorio, equipos informáticos, caja fuerte, nevera para medicamentos especiales... “El desembolso inicial era enorme y no sabíamos si íbamos a poder afrontarlo”, recuerda.

FADETA, el impulso decisivo
La solución llegó de la mano de FADETA (Federación de Asociaciones para el Desarrollo Territorial del Tajo-Tajuña), que gestiona fondos europeos para apoyar proyectos en el medio rural. “A través del Ayuntamiento conocimos a FADETA. Nos ayudaron muchísimo, tanto económicamente como con asesoramiento. Sin esa ayuda habría sido imposible abrir”, reconoce Laura.

Gracias a los fondos europeos gestionados por FADETA, la nueva farmacia pudo realizar las obras y equiparse sin necesidad de recurrir a grandes préstamos. Además, el programa incluía formación específica. “Uno de los requisitos era hacer un plan de negocio y participar en un curso de capacitación empresarial. Eso nos ayudó a entender las particularidades de gestionar un negocio en un entorno rural y a planificar el futuro con más seguridad”, explica.

Desde agosto, la farmacia está abierta y la acogida de los vecinos no ha podido ser mejor. “El pueblo ya pensaba que se iba a quedar sin farmacia. Desde el primer día todos han venido a saludar, a ofrecerse para ayudar o simplemente a comprar aquí sus medicinas”, cuenta la farmacéutica.

La botica no solo atiende a Pareja, sino también a varias urbanizaciones cercanas y a otros pueblos como Chillarón, Alique o Tabladillo. “En los días en que no hay médico, la farmacia se convierte en el primer punto de atención sanitaria. A veces ayudamos a decidir si algo es urgente o no. Es un servicio fundamental, sobre todo para las personas mayores o con poca movilidad.”

Una nueva vida
La decisión de dejar Madrid ha supuesto un cambio radical para Laura y su familia, pero no se arrepienten. “Hemos ganado muchísimo en calidad de vida. Ahora salimos a pasear por el campo, vemos los huertos, los corzos… Antes lo único que veíamos era asfalto”, sonríe.

Aunque su marido sigue trabajando en Alcalá de Henares y tiene que desplazarse a diario, el equilibrio familiar y la tranquilidad compensan el esfuerzo. “Vivir en un pueblo como Pareja, donde tienes todo lo básico y la gente te acoge con tanto cariño, es un lujo.”

Para Laura, la experiencia con FADETA ha sido un descubrimiento. “No se habla lo suficiente de estas ayudas. No solo aportan dinero, sino también formación, apoyo y contacto con otros emprendedores rurales. Te hacen sentir que no estás sola y que hay futuro en los pueblos.”

La historia de la farmacia de Pareja es, en definitiva, un ejemplo de cómo los fondos europeos gestionados por FADETA están contribuyendo a mantener servicios esenciales, atraer nuevos pobladores y dar vida a los municipios rurales de Guadalajara.“FADETA ha sido nuestro oxígeno”, concluye Laura Bárcena y añade que “gracias a ellos hemos podido cumplir un sueño y devolver a Pareja un servicio que nunca debería perderse”.