Piden cuatro años de cárcel para Toro por tráfico de drogas

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
JUSTICIA
La fiscalía pide también nueve meses para Zouhier por el mismo delito
La fiscalía solicita cuatro años de cárcel para Antonio Toro; tres años y nueve meses para Rafa Zouhier; tres años y seis meses para Ricardo Gutiérrez Sepúlveda, alias ‘Richard’, y cuatro años y tres meses para Lofti Sbai, por tráfico de drogas. Aunque Zouhier y Toro, que al igual que el resto de imputados estuvieron presentes en el sumario del proceso judicial por los atentados del 11-M, alegaron este lunes que dijeron precisamente que traficaban para que “no los condenaran por el 11-M”.
Así, durante su declaración ambos acusados insistieron en su inocencia y negaron que se dedicaran a la venta de drogas. Toro, quien según la fiscalía viajó a primeros de 2004 a Madrid acompañado por ‘Richard’ para adquirir 35 kilogramos de hachís, aseguró que el motivo de estos viajes era “salir por discotecas”, ver a algunos amigos y, según respondió a preguntas de su abogado, mirar piezas de coches, dado que antes se dedicaba a la compra y venta de vehículos. Además, el ex cuñado de Trashorras ha negado conocer a Lofti Sbai.

Toro también ha declarado ante la jueza que “en cinco días me hicieron 50 declaraciones y dije cualquier cosa para que me dejaran en paz. No les valía con que dijera que íbamos a Madrid de fiesta”. En el mismo sentido ha hablado Zouhier, que ha reconocido que dijo que había vendido hachís a Toro, pero era mentira”. “Tenía miedo de ser acusado de 192 muertos”, dijo.

Además, corroboró la versión del ex cuñado de Trashorras de que “no conocía a Sabai, no hubo contacto directo. Se vieron en su cumpleaños, porque estaban en Madrid, pero sólo lo felicitaron, por educación”. Zouhier se enfrentó varias veces al fiscal recordando que “le avisé del tráfico de explosivos a usted y no hizo nada”. Mientras, en su última declaración ante la jueza, tras lo alegatos de los letrados, le dijo que “si tuviera que vender hachís no a usted, sino a sus hijos, para salvarlos de una muerte como la del 11-M, lo haría”. Al comienzo del juicio, los abogados de los cuatro defendidos solicitaron que éste no se celebrase en Avilés, al entender que si las supuestas transacciones se realizaron en Madrid y fue un juzgado de allí el que inició la investigación debía continuarse allí.