Pobreza ¿vergonzante?
16/10/2012 - 18:42
El perfil de pobre ha cambiado. La crisis económica ha creado una nueva clase social en nuestro país que ha pasado de tenerlo casi todo a no tener prácticamente nada. La mayoría desempleados con más de dos años en paro, con rentas mínimas o sin cobertura alguna son ahora el objetivo de la ayuda de muchas ONGs que intentan paliar situaciones límite. Son muchas las familias que sufren para llegar a final de mes porque no tienen ingreso alguno con todos sus miembros en situación de desempleo y ese último subsidio con el que no se pueden sufragar los gastos de una casa y unos hijos. Muchos autónomos han visto como se han quedado sin negocio por el descenso del consumo y han cerrado o están aguantando con mucho sufrimiento. La crisis existe, es real y todos estamos viendo a personas cercanas padecerla hasta el extremo, pues sufrirla, con mayor o menor incidencia, todos, pensamos que sin excepción, salvo algunas grandes fortunas, tal vez. El presidente regional de la Asociación Católica de Cooperación Española de Migraciones (ACCEM), Braulio Carlés, afirmaba que el 26,7 por ciento de la población de Castilla-La Mancha está por debajo del umbral de la pobreza. Estos y un millón más son los nuevos pobres que viven la triste pobreza vergonzante: la amenaza del desahucio, los recibos pendientes de pagar de la luz y del gas... Son gente que ha sacado a los niños del comedor escolar, que intentan sobrevivir a una quiebra sobrevenida, porque ellos antes trabajaban, tenían un empleo, pero los egoísmos del mercado, los expulsaron a la marginalidad. Por ello, es el momento de que todos los agentes sociales -administraciones, sindicatos y empresarios- trabajen para dar respuesta a esta situación, pero también para ir más allá, y apostar por factores como la inserción, la integración y la formación para superar una situación que cada día va a más.