Policía franquista
04/10/2012 - 00:00
La mejor prueba, la más clara evidencia de que nuestra Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para nada y en nada se parecen a la policía franquista y que lo actual nada tiene que ver con la Dictadura la encarna ese señor, camarero, que ahora se pasea por los platos jaleado por su heroicidad y clamando con grandes aspavientos que a lo que se enfrentó era mucho peor que la policía de Franco.
Pues bien, el mismo y lo sucedido es la irrefutable demostración de lo contrario. Si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que actuaron defendiendo el congreso de quienes querían tomarlo-luego solo cercarlo-disolverlo y convertirse en asamblea constituyente hubieran sido los grises de Franco a él, a Alberto Sotillos, lo hubieran majado a palos, arrasado el bar, y llevado a pernoctar a la Pensión Sol, donde hubiera tenido la agradable visita nocturna de la Brigada Político Social.
Y ahora andaría por una celda de Carabanchel en vez de andar haciendo bolos y montajes teatrales por las televisiones.
Pero ahí y en esa exageración prosigue la izquierda tanto política como mediática dado que resulta a todo punto imposible defender las intenciones y métodos antidemocráticos de unos manifestantes. Queda entonces la opción, muy socorrida, de cargar contra la policía y apelando a la memoria histórica aunque nada vivida intentar establecer paralelismos con los tiempos de la Dictadura y sus fuerzas represivas. Y pueden hacerlo, los unos y los otros, porque por fortuna lo que dicen es una obvia mentira. De ser verdad, a buenas horas andaba el camarero por las teles, los manifestantes por las calles y los diputados en sus escaños.
Artículo extraido de La Marea de Henares